La moda de los productos ecológicos y sus beneficios para la salud ha inundado supermercados, recetas y nuestras propias cocinas. Mucho se ha dicho sobre ellos, pero ¿conoces las diferencias entre estas opciones eco y los productos bio? Cada uno de ellos tiene diferentes propiedades y ventajas. Te ayudamos a descubrirlas todas para que puedas escoger los que mejor van contigo y tu estilo de vida.
Cada vez nos preocupamos más por saber qué comemos: los aditivos, el lugar de cultivo, los nutrientes… Los medios de comunicación, Internet y nuestra propia curiosidad se han encargado de ello. Y cada vez sentimos más respeto e interés por la alimentación. De ahí que, según el informe según el informe The Green Revolution , en los últimos tiempos dietas como la vegana o la vegetariana hayan ganado tantos adeptos. Esto ha hecho que la venta de productos ecológicos se dispare. A ellos se les atribuyen muchísimos beneficios, unos ciertos y otros no tanto.
¿A qué llamamos productos ecológicos?
Según la Organización Mundial de la Salud, estos alimentos son los que han sido producidos de forma tradicional y sostenible, sin utilizar productos químicos ni ser modificados genéticamente. Por todo ello, estos productos ecológicos son más respetuosos con el medio ambiente y más naturales a la hora del consumo. España es uno de los principales productores de este tipo de comida ecológica por nuestra riqueza de terrenos y clima.
Pese a que pueda parecer que no, cada vez es más sencillo comprar alimentos ecológicos. Además de internet, con multitud de tiendas online, los productos ecológicos están en las baldas de buena parte de las grandes supermercados. Destacan dos:
- Productos ecológicos en Aldi: este centro cuenta con una enorme selección, desde leches y lácteos hasta charcutería, conservas y legumbres. Allí encontrarás una enorme selección dedicada exclusivamente a la comida eco.
- Productos ecológicos Mercadona: aunque el fuerte de Hacendado son los productos sin gluten, la marca se está abriendo a otros mercados con potencial como el de la nutrición ecológica. Huevos, fiambres o lácteos con procedencia eco llenan algunas de sus estanterías.
A este tipo de productos se les atribuye la falsa ventaja de ser más sanos para nuestra dieta. Pero ¿es eso cierto? Según estudios de la OCU no contienen menor número de toxinas que los productos procesados, no tienen más propiedades nutritivas ni son mejores que los convencionales. Sencillamente, son cultivados y elaborados de una forma más respetuosa con la naturaleza y menos agresiva con el medio ambiente.
¿Qué son los productos biológicos?
Según el reglamento europeo, ambas denominaciones son sinónimas. La Organización de Consumidores y Usuarios habla de una cuestión idiomática: ecológico en español y biológico en francés. Sin embargo, somos nosotros, los propios consumidores de productos bio, los que hemos trazado líneas diferenciales. Así, a efectos prácticos, la comida bio es la que cuida el medio ambiente pero además respeta el proceso natural genético de las especies, sus ciclos reproductivos y la biodiversidad.
Encontrar productos bio es una tarea más compleja que la de encontrar productos ecológicos, pues su producción es mucho más cara, lo que afecta a la demanda y al precio final. Un ejemplo: medio kilo de pasta de trigo no trasgénico puede costar un euro más que un paquete de marca blanca de cualquier supermercado.
Por ello, los productos bio online son los más afamados –hay multitud de sitios web que los comercializan- aunque hay supermercados como Lidl en los que se pueden encontrar bien diferenciados e incluso cadenas especializadas, como Supersano. Uno de sus nichos de mercado más potentes son los productos bio para bebés, porque en la alimentación de los más pequeños es en donde pesan más las decisiones respetables y orgánicas.
Diferencia entre productos bio y ecológicos
En definitiva, cualquier producto acompañado del adjetivo "eco" o "bio" es sinónimo y se refiere a aquellas comidas que no han sido tratadas químicamente, que han sido cultivadas desde el respeto a la naturaleza y que no han sido modificadas genéticamente. Esto es lo que dictamina el reglamento 834/2007 de Bruselas. Así, sus diferencias ocurren a un nivel subjetivo del consumidor, en función de nuestras percepciones. ¿Qué entendemos entonces nosotros cuando hablamos de productos eco o bio?
Los productos bio son percibidos como algo más natural, nutritivo y beneficioso para la salud. Mientras tanto, los ecológicos son aquellos con un carácter más medioambiental y respetuoso. Sin embargo, esto no es del todo correcto y ha dado lugar a muchos mitos falsos en torno a esta forma de alimentación.
- Que están libres de residuos: esa afirmación no es del todo cierta. Si bien los productos orgánicos han sido cultivados o criados de forma natural y sin pesticidas químicos, es imposible que estén completamente limpios. Para empezar, porque se contempla el uso de pesticidas naturales. A eso se suma la polución, presente en el agua, el aire y la propia lluvia. Así, para que un producto pudiera estar completamente limpio debería ser criado dentro de una burbuja.
- Que son más ricos en nutrientes: esto tampoco es cierto. Numerosos estudios afirman que, al comparar productos convencionales y ecológicos, los resultados son muy similares. Los niveles de vitaminas o nutrientes no varían sustancialmente, aunque sí lo hace la presencia de elementos químicos que pueden ser nocivos.
En definitiva, las razones más poderosas para consumir alimentos bio son la sostenibilidad y el evitar componentes químicos y artificiales en nuestra comida. No es porque sean más saludables o porque sean de mayor calidad, sino porque respetan el medioambiente de forma más eficaz.
En el caso de que te sientas concienciado y quieras comenzar a introducir en tu dieta este tipo de alimentos, debes buscar siempre el sello de autenticidad del producto y del organismo certificador del país de origen. Ayudarás a cuidar el planeta en el que vivimos y, de paso, disfrutarás de comida de proximidad con un sabor y aroma más auténticos. ¿Cuál será tu veredicto final?