El puente de Pablo Cearra, un exalumno de la Escuela Superior de Ingeniería de Bilbao que ha ganado el concurso en siete ocasiones, estaba formado por 4.000 palitos de helados, con un peso de 3,7 kilos, y una luz (la distancia entre los pilares del puente) de 1,10 metros.
La construcción de Cearra ha aguantado los 1.052 kilos, nuevo récord del concurso, durante los 10 segundos reglamentarios, aunque después se ha roto antes de poder hacer otro intento.
Pese a ser el puente que ha soportado mayor carga, el de Cearra no ha ganado el concurso, que celebra su 12ª edición, ya que en función de la tipología y las dimensiones se establecen compensaciones y según este baremo, el vencedor ha sido un puente que ha soportado 760 kilos.
Esta maqueta de 4.500 palillos tenía 5 kilos de peso y 1,55 metros de luz y es obra de dos estudiantes del primer curso de Ingeniería Industrial, el riojano Iñigo Fernández y el burgalés Marcos Ortega.
Los ganadores se han embolsado 1.500 euros (900 por vencer en la prueba de resistencia y 600 por ganar el concurso de estética) y Pablo Cearra, 900 euros por ser el finalista en las dos categorías.