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Proyecto de 13.000 millones de euros

Fiasco del GPS europeo: los dos satélites de Galileo, fuera de órbita

Una comisión analizará las causas del fallo y estudiará si los satélites podrán cumplir con su función a pesar de todo.

Una comisión analizará las causas del fallo y estudiará si los satélites podrán cumplir con su función a pesar de todo.
Lanzamiento el pasado viernes del cohete Soyuz encargado de poner en órbita los satélites del sistema Galileo. | ESA/Arianespace

El quinto y sexto satélite del sistema Galileo, el competidor europeo del GPS y del ruso Glonass, lanzados el pasado viernes se han colocado en una órbita equivocada. Dado que para hacer su función de posicionamiento los ingenios deben situarse exactamente donde estaba previsto, lo más probable es que este nuevo inconveniente retrase aún más el despliegue definitivo del sistema, que no hace más que acumular retrasos e incrementos en su presupuesto desde que se planificó originalmente en 1998.

Los satélites, llamados Doresa y Milena, fueron colocados en una órbita de 26.900 kilómetros y una inclinación de 49,8 grados con respecto al ecuador, en lugar de los 29.900 kilómetros y 55 grados previstos. La Agencia Espacial Europea calificó inicialmente de éxito la puesta en órbita por parte del cohete Soyuz hasta que fue advertida por una agencia estadounidense del problema, según explica el medio especializado Space News. Una comisión independiente estudiará la razón por la que se ha producido el fallo, que según el consorcio europeo Arianespace no supone ningún riesgo para la población.

No obstante, aunque ni los satélites ni el cohete vayan a provocar problemas, no está muy claro si estos últimos servirán de algo en la órbita en la que se encuentran. Para corregir su posición deberían gastar un combustible que quizá no tengan, pues llevan lo necesario para hacer pequeñas correcciones a lo largo de su vida útil. De hecho, aunque lo tuvieran no está claro si merecería la pena, ya que no tendrían suficiente para mantenerse mucho tiempo en posición.

Otra opción sería regular sus funciones a partir de la situación actual de los satélites, un reajuste que según aseguró el astronauta Jean-François Clervoy a France Info llevaría "días, semanas o meses", pero no supondría mayor problema. Otros expertos, sin embargo, creen que para que el sistema funcione como está planeado es necesario que los satélites estén situados exactamente en las órbitas donde estaba previsto, de modo que deberían lanzarse dos nuevos satélites para sustituir a Doresa y Milena.

Galileo, un proyecto polémico

Aunque ya se habían lanzado cuatro satélites, dos en 2011 y otros dos en 2012, Doresa y Milena eran los primeros completamente operativos. En diciembre está programado un nuevo lanzamiento de Soyuz para poner en órbita otros dos más, siguiendo la programación que debería llevar a disponer en 2017 de un total de 24 aparatos en el espacio, y a los que habría que sumar otros seis de repuesto hasta un total de 30.

El presupuesto total de Galileo es de 13.000 millones de euros, una cifra que corre a cargo de la Comisión Europea, a la que se ha llegado tras numerosos incrementos presupuestarios en un proyecto cuyas mejoras sobre el GPS norteamericano no resultan evidentes. Pensado para uso civil, la resolución mejora de cinco metros a uno, aunque la mayoría de los usuarios ni necesitan ni notarían ese cambio. Otra mejora, en cambio, sí que resultará de agradecer, pues mejorará la recepción dentro de edificios y zonas boscosas.

Si pese al fiasco de este fin de semana se cumple con los plazos previstos, a lo largo de 2015 empezaría a funcionar el sistema en abierto para usuarios de telefonía móvil y de servicios de posicionamiento en el coche y en 2016 los servicios comerciales.

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