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Especies ibéricas

De la extinción a la recuperación en 50 años

50 años después de haber sido exterminadas de la mayor parte de Europa, las poblaciones de oso pardo, lince euroasiático, lobo y glotón se recuperan.

50 años después de haber sido exterminadas de la mayor parte de Europa, las poblaciones de oso pardo, lince euroasiático, lobo y glotón se recuperan.
Lobo | Flickr cc Neticola

Medio siglo después de haber sido exterminadas de la mayor parte de Europa, las poblaciones de oso pardo, lince euroasiático, lobo y glotón se recuperan hoy en todo el continente gracias a un modelo de conservación sorprendente que demuestra que la coexistencia entre grandes carnívoros y hombres es posible.

Esta es la principal conclusión de un estudio publicado en Science, que ha sido realizado por científicos de 26 países y dirigido por el profesor Guillaume Chapron dela Universidad sueca de Ciencias Agrarias y por José Vicente López-Bao, de la Universidad de Oviedo (Unidad Mixta de Investigación en Biodiversidad-CSIC).

"A través dela Iniciativa Europea de los Grandes Carnívoros, los investigadores hemos recopilado datos sobre la evolución en las últimas décadas de cuatro de los mayores carnívoros de Europa: oso pardo, lobo, lince euroasiático -no ibérico-, y glotón", un mustélido que habita en Noruega, Suecia y Finlandia, ha explicado a Efe López-Bao.

Los resultados del estudio confirman que "Europa es un ejemplo que coexistencia entre los grandes carnívoros y el hombre. Un modelo que podría ser extrapolable a otras partes del planeta", subraya.

El modelo de coexistencia europeo ha permitido, por ejemplo, que Europa cuente con más de 124.000 lobos, frente a los 5.500 que hay en los estados contiguos de los Estados Unidos, a pesar de que el viejo continente ocupa la mitad de territorio y tiene más del doble de densidad de población (97 habitantes/Km2 contra 40 hab/Km2).

El oso pardo, en España

De los cuatro grandes carnívoros utilizados para el estudio, dos (osos pardos y lobos) siguen presentes en la Península Ibérica. El oso pardo en España se encuentra distribuido en dos áreas: la Cordillera Cantábrica (que cuenta con dos subpoblaciones, la occidental y la oriental) y los Pirineos.

A mediados del siglo pasado, la población cántabra de osos ocupaba un área aproximada de unos 1.800 kilómetros cuadrados, pero hoy en día llegan a los 7.700 Km2, es decir, que "en este tiempo, se ha cuadruplicado su área de distribución", destaca López-Bao.

De hecho, según datos dela Fundación Oso Pardo (que participa en el estudio), en subpoblación occidental habría "un mínimo" de 200 ejemplares y en la oriental "un mínimo" de 30.

El lobo ibérico

En cuanto a los lobos, la población más importante de la Península Ibérica (y del oeste de Europa) está entre Galicia, Asturias, Castilla y León, País Vasco,La Rioja, Castilla-La Mancha, Madrid y Portugal y, según el estudio su estima poblacional oscila entre 2.200 y 2.500 ejemplares distribuidos en unos 120.000 Km2, "casi el doble que su distribución estimada en los años 70″, destaca el investigador.

Entre los principales factores que han contribuido a la recuperación de estas especies en Europa, el estudio señala la proliferación de instituciones dedicadas a la protección de la naturaleza, una legislación favorable a la conservación, donde la directiva Hábitats "ha jugado un papel fundamental", la estabilidad política vivida desde la Segunda Guerra Mundial, el abandono rural y la recuperación de las poblaciones de presas silvestres.

Pese a los resultados, López-Bao advierte de que "muchos de los conflictos que en su día provocaron el declive de estas especies, como el conflicto asociado a los ataques al ganado, todavía están presentes, y además pueden volver a surgir de manera muy desproporcionada" cuando estas especies recolonizan territorios que ocupaban en el pasado, por eso, "habrá que tener especial atención en esas áreas".

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