Menú

¿Qué dice la ciencia del llamado 'manifiesto machista' de Google?

Al margen de la opinión que nos pueda merecer su despido, ¿tenía James Damore razón en sus afirmaciones sobre hombres y mujeres?

Al margen de la opinión que nos pueda merecer su despido, ¿tenía James Damore razón en sus afirmaciones sobre hombres y mujeres?
Anuncios colocados en una parada de autobús a una manzana de unas oficinas de Google en Venice Beach, California. | Twitter/adra21

El escándalo que ha provocado la filtración del memorándum interno de James Damore, y que acabó por provocar su despido, ha dejado en evidencia que existe un enorme tabú a reconocer siquiera la posibilidad de que existan diferencias entre hombres y mujeres en lo referente a habilidades, intereses y rasgos de personalidad que tengan un origen biológico. Ese tabú ha llevado a descalificar como machista el documento y a tergiversar enormemente su contenido, hasta el extremo que muchos han entendido –o querido entender– que Damore argumentaba que las mujeres no pueden ser buenas informáticas.

¿Pero qué es lo que dice actualmente la ciencia sobre estas cuestiones? Hay que tener en cuenta que no estamos hablando de física cuántica, que no hay experimentos posibles que confirmen hipótesis, que no pueden hacerse estudios de doble ciego: en definitiva, que el conocimiento sobre esta cuestión es más bien frágil y aunque existiera un gran consenso eso no significaría necesariamente que se correspondiera con la verdad. Podemos recordar, a modo de ejemplo, cómo el consenso contra las grasas saturadas por provocar problemas cardiovasculares que ha dictado los consejos sobre nutrición durante décadas está cediendo los últimos años frente a la teoría que culpa a los azúcares. Es posible que en el futuro la biología dé una respuesta definitiva a este problema, pero por el momento no la hay.

Sabiendo esto, Sean Stevens y Jonathan Haidt, de la Universidad de Nueva York, han realizado una revisión de urgencia de los estudios sobre diferencias de género que puedan tener alguna relación con matemáticas, ingeniería o informática para ver si existen. Han seleccionado estudios internacionales con más de 15.000 sujetos y nacionales con más de 10.000, así como meta-análisis de estudios más pequeños, y han examinado sus conclusiones para ver si respaldan o no el memorándum de James Damore.

  1. Las diferencias de capacidades para la ciencia o las matemáticas son pequeñas o inexistentes. La única excepción parece ser la visión espacial, que aunque puede ser importante para algunas áreas de la ingeniería no parece especialmente relevante en informática. Así pues, las mujeres (como grupo) no tienen menos habilidad innata para la informática que los hombres (como grupos).

  2. Sin embargo, las diferencias en el interés y el disfrute de matemáticas, programación y otras actividades más "sistematizadoras" sí son grandes. Parece ser cierto que las mujeres (como grupo) se interesan más por profesiones más relacionadas con las personas y los hombres (como grupo) por aquellas más enfocadas a cosas. Tal y como indicaba James Damore.

  3. La cultura y el entorno tienen importancia en las diferencias entre hombres y mujeres, pero no de forma unidireccional. Así como algunas diferencias entre géneros se reducen con el tiempo según se avanza en la igualdad de género, hay otras que paradójicamente aumentan, como por ejemplo la elección de carrera profesional.

En definitiva, el estado actual de la ciencia parece indicar que Damore tenía razón al afirmar que parece existir alguna razón biológica y no cultural para que las mujeres se interesen menos que los hombres por la ingeniería del software. Pero las mujeres que sí se interesan son tan capaces como los hombres para su profesión. Algo que, por otra parte, nunca negaba explícitamente en el memorándum, pese a las tergiversaciones.

Temas

En Tecnociencia

    0
    comentarios