Al Gore, el evangelista del calentamiento global cuyos documentales tiene los títulos Una verdad incómoda y Una verdad muy incómoda, tiene él mismo una relación con la verdad ciertamente incómoda. Durante años se ha mostrado incapaz de lidiar con la discrepancia, y un periodista del semanario británico Spectator, Ross Clark, ha podido comprobarlo en sus carnes durante la gira promocional de su último, y muy poco exitoso, documental.
Al margen de considerar que la nueva película parece tener como argumento más el propio Gore que el cambio climático, Clark encontró una escena que le recordó a uno de los errores que un juez británico encontró en su oscarizado primer documental. En ella vamos de Al Gore en un glaciar que está perdiendo hielo a una calle inundada de Miami, con la voz del político haciendo una fuerte conexión entre ambos fenómenos. Así que consultó con Shimon Wdowinski, profesor asociado en la Universidad de Florida que se ha especializado en estudiar el problema de las inundaciones en la ciudad. El científico, que por supuesto no fue consultado por el equipo de Gore, le explicó que la relación entre ambos fenómenos es mucho más complicada y que además Miami tiene el problema de haber sido construido en terreno robado a pantanos, lo que provoca que se haya hundido alrededor de 20 centímetros en los últimos 80 años.
Así que cuando fue a entrevistar a Al Gore, para lo que le habían concedido ocho minutos, le preguntó sobre el tema, esperando que Gore contestara argumentando que en una película divulgativa tampoco puedes ir tan al detalle, cosa por otra parte cierta. Pero la reacción fue otra muy distinta. Tan pronto como le mencionó el complicado nombre de Wdowinski, Gore preguntó sin dejarle terminar: "Nunca he oído hablar de él. ¿Es un negacionista?". El periodista intentó finalizar su argumento para poder hacer una pregunta, pero fue interrumpido de nuevo: "¿Es usted un negacionista?". Clark le contestó que está seguro de que el cambio climático es un problema, pero que ignoraba su magnitud, Gore concluyó: "Usted es un negacionista".
Es decir, no basta con que seas creyente. Debes dar tu vida por el evangelio, o poco menos, o serás moralmente equivalente a David Irving y sus adláteres, los negacionistas del Holocausto. En ese momento, el equipo de relaciones públicas dio la entrevista por terminada sin que Clark pudiera hacer la pregunta y una vez fuera de la sala, un miembro del equipo le recriminó por hacer preguntas difíciles ya que era una entrevista "para promocionar la película". Es decir, que si haces una película argumentando que el cambio climático es una gran amenaza para el mundo, nadie tiene derecho a hacerte preguntas sobre lo que dices.