Los últimos problemas en Internet Explorer comenzaban la semana pasada. Microsoft confirmaba que un fallo en su navegador, en las versiones anteriores a Internet Explorer 10, podía comprometer la seguridad de los usuarios. Desde entonces, la compañía ha trabajado para solucionar la incidencia.
En un primer momento, la compañía ofreció una solución provisional al incidente. Aunque la propia Microsoft aseguraba que un número muy pequeño de usuarios se habían visto afectados, distintos expertos y autoridades consideraban insuficiente la solución y recomendaban aparcar el uso de Internet Explorer hasta que contase con una solución definitiva.
Ese momento ha llegado. La compañía ha lanzado una actualización que soluciona la vulnerabilidad de día cero que tantos problemas ha creado y otros cuatro problemas más que por el momento no se habían hecho públicos. De esta forma, Internet Explorer vuelve a ser seguro y está protegido contra las amenazas conocidas.
Desde Microsoft han explicado que los usuarios que tengan el sistema de actualizaciones automáticas activado no tendrán que realizar ningún proceso específico. Aquellos que no hayan aceptado esta opción, tendrán que aceptar la actualización de forma manual. La recomendación de la compañía, pese a que se trata de un problema que ha afectado a un grupo reducido de personas, es que la actualización se aplique lo antes posible.