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Cómo ahorrar un día cualquiera gracias a la economía colaborativa

Más de la mitad de los españoles ha participado en la economía colaborativa por lo que su protagonismo parece imparable.

Más de la mitad de los españoles ha participado en la economía colaborativa por lo que su protagonismo parece imparable.
El comercio colaborativo sigue en auge | LD

¿Quién no conoce BlaBlaCar, Airbnb o Wallapop? Si eres uno de ellos estás en el 10 por ciento de los usuarios de internet que no conoce el comercio colaborativo a pesar de que cada vez más españoles ahorran usando este tipo de mercado. Según informes recientes, el 59 por ciento de los usuarios lo han utilizado en alguna ocasión, sobre todo para comprar aunque la mitad de ellos también se han lanzado a vender productos. La motivación principal es la de ganar dinero o ahorrar al encontrarse precios más competitivos.

Lo que todos conocemos como un mercado de segunda mano ha pasado a formar parte del día a día de miles de personas que utilizan este tipo de economía para ahorrarse unos euros en transporte, alojamiento u otro tipo de productos y servicios.

La oferta es amplia y la demanda cada vez es mayor. Por eso encontramos comercio colaborativo en sectores de todo tipo. Pongámonos que quieres hacer un viaje, de placer o de trabajo, y que para ello necesitas comprar una maleta. A través de Wallapop o Marketplace buscas a alguien que la venda y se la compras a un precio más competitivo que el de una tienda convencional. Ya tienes tu maleta, pero no puedes ir a por ella porque estás muy ocupado. Decides acudir a PackagePeer, para que tu vecino reciba en su domicilio al precio que él estipule el pedido que no puedes recoger en tu casa porque no estás en ella.

Llegas a casa y recoges en la de tu vecino tu maleta. Para el viaje te has puesto en contacto con BlaBlaCar, que conecta conductores con pasajeros para compartir los gastos propios de un trayecto en coche. Antes de irte tienes que dejar a tu perro organizado. En Gudog encuentras una alternativa a la residencia canina y puedes dejar a tu mascota a cargo de una persona en la que poder confiar.

Tras el viaje llegas a tu alojamiento, que previamente habías contratado por Airbnb o Wimdu. El dueño del inmueble te alquila su casa o habitación a un precio habitualmente más asequible que el de un hotel. Si no has tenido tiempo para organizar tu viaje, en Beetripper encontrarás la plataforma para viajar con amigos o desconocidos. Un anfitrión ha creado un viaje, ha planificado las estancias y las actividades, y si te quieres apuntar tienes un guía local con todo organizado.

Esto es solo un ejemplo de cómo la economía colaborativa te puede ayudar, pero hay más servicios que puedes usar. Para los conductores que no quieren dar vueltas para aparcar o no quieren esperar a encontrar un sitio existe Parquo, que conecta las plazas de garaje vacías con los usuarios que las necesitan. De esta forma, el que tiene una plaza de garaje la puede alquilar mientras no la está usando. Así, el que la alquila gana un dinero extra y el que la contrata aparca más barato que en la calle o en un aparcamiento público.

Si eres de los que no quieren cocinar, puedes servirte de Chefly que te permite localizar cocineros cerca de tu casa y disfrutar de una comida casera según tus preferencias. Si lo que quieres es comer o cenar fuera de casa, con EatWith lo harás en la casa del chef que tu elijas.

Y si necesitas un canguro para que cuide de tus hijos mientras tu no estás tienes QuieroCanguro que te hace esa función o, si lo necesitas, permite compartir canguro con otros padres para reunir a todos los niños en una misma casa compartiendo los gastos entre todos.

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