Los usuarios cada vez acceden de forma más temprana y en mayor número a dispositivos conectados. Se ha vuelto muy común dejar que un niño juegue con un iPad o con un smartphone, pero los expertos avisan de que, si pasan muchas horas jugando con estos dispositivos, pueden engancharse a esta tecnología. Una clínica de desintoxicación trata de forma específica a niños adictos a dispositivos móviles que según ellos presentan síntomas similares a los de un heroinómano.
Aunque siempre se recomienda que los niños pasen pocas horas delante de un dispositivo, hay algunos padres que permiten que sus hijos jueguen varias horas con éstos. Esto podría hacer que el niño se enganche a estos aparatos y que llegue a necesitar terapia para controlar el comportamiento compulsivo que adoptan cuando se les prohíbe utilizar los dispositivos, según The Telegraph.
Para ello, el doctor Richard Graham ha lanzado el primer programa en Reino Unido que ayudará a los niños a controlar su adicción a algunos dispositivos electrónicos.
El doctor ya cuenta con varios pacientes de tan solo cuatro años. Éste advierte que algunos niños adictos a la tecnología tienen los mismos síntomas de abstinencia que un alcohólico o un adicto a la heroína. "Ellos ven a sus padres jugando con sus dispositivos móviles y quieren jugar también".
Graham cree que no es malo que los niños jueguen y utilicen la tecnología, "pero encontrar un equilibrio es muy difícil". También opina que el problema viene cuando, al quitarles el dispositivo, "reaccionan con berrinches y un comportamiento incontrolable. Luego, a medida que crecen, el problema empeora".
Es más, uno de cada siete padres encuestados por babies.co.uk admitieron que sus hijos juegan con los dispositivos durante cuatro o más horas al día, lo que es una gran parte del tiempo de ocio del niño.
Pero no solo los niños se ven afectados por este tipo de adicción. Algunos psiquiatras apuntan que en los últimos tres años el número de personas que se han vuelto dependientes habituales de la tecnología ha aumentado un 30 por ciento.
El coste para "desintoxicar" a un niño de la tecnología no es barato. Los programas de 28 días, diseñados por el doctor Graham, tienen un coste de 16.000 libras (19.000 euros) y se llevan a cabo en la clínica Capio Nightingale en Londres.