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Nuevo enfoque

Combaten la malaria en los mosquitos para evitar el contagio a humanos

Mimar a los mosquitos que contagian la malaria. Es el nuevo enfoque contra la enfermedad en el que está inmerso un equipo de científicos de EEUU.

Mimar a los mosquitos que contagian la malaria. Es el nuevo enfoque contra la enfermedad en el que está inmerso un equipo de científicos de EEUU.
Una niña con malaria en Sudán. | Cordon Press

Suena contradictorio. ¿Por qué cuidar al principal portador de la enfermedad en vez de destruirlo? Porque el mosquito no causa la malaria, solo transmite el parásito que la provoca. Si el mosquito está libre del parásito no es peligroso para los humanos, informa América Valenzuela en su blog Cóctel de ciencias.

La malaria infecta cada año a más de 300 millones de personas y mata a 660.000, la mayoría niños del África Subsahariana. En concreto, la malaria mata un niño cada 30 segundos. En España la enfermedad está erradicada, pero cada año se importan más de 400 casos, según la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).

Los humanos contraemos la enfermedad a través de la picadura de las hembras del mosquito anopheles que portan un parásito que se llama plasmodium. Ellas pican a los humanos para alimentarse. El plasmodium llega al torrente sanguíneo humano a través del anticoagulante que la hembra inyecta para poder seguir bebiendo sangre. El microorganismo infecta las células del hígado y luego ataca los glóbulos rojos hasta que el humano colapsa.

El equipo de científicos, dirigido por Zhiyong Xi, de la Universidad de Michigan (EEUU), ha inyectado una bacteria a ejemplares de mosquitos Anopheles stephensi, la variedad responsable de la mayor parte de los casos de malaria en el sudeste asiático. Esta bacteria, la Wolbachia, que está presente de forma natural en otras especies de insectos, protege a los mosquitos de la infección del plasmodium. Neutraliza al parásito tanto en el intestino (el lugar donde madura), como en las glándulas salivares (desde donde llega a los humanos a través de cada picotazo).

Los científicos han ido más allá y han buscado una cepa específica de la bacteria que se transmite de generación en generación, hasta 8 generaciones han observado. Así la inmunidad se prolonga en el tiempo y no es necesario soltar constantemente mosquitos limpios.

Esta investigación, cuyos detalles más técnicos encontraréis en la revista Science, tiene un enfoque muy refrescante. Tras casi 60 años desde la primera campaña de erradicación mundial de la enfermedad los científicos aún no han dado con la solución certera, así que las nuevas ideas llegan como agua de mayo.

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