El pasado domingo, un joven californiano de 16 años logró sobrevivir a un vuelo de casi seis horas metido en un hueco de la zona del tren de aterrizaje de un avión. Según cuenta el periódico Los Angeles Times el adolescente logró salir indemne a pesar de las bajas temperaturas -que alcanzaron los 80 grados bajo cero- y la falta de oxígeno, en un vuelo que alcanzó una altitud de 38.000 pies entre San José (California) y Maui (Hawái).
Horas después del incidente, el vídeo de seguridad del Aeropuerto Internacional de San José verificó que el adolescente saltó una valla y se dirigió al avión donde logró subir por la rueda a la zona del tren de aterrizaje y esconderse para no ser detectado. Un agente del FBI explicó que el joven estuvo inconsciente durante prácticamente todo el vuelo, y señaló que las temperaturas en la zona del avión donde estuvo el joven pudieron alcanzar los 80 grados bajo en algún momento del viaje . "Me imagino que debe haber perdido el conocimiento cerca de 10.000 pies", explico el agente.
El avión aterrizó en el aeropuerto de Kahului Mau (Hawái), y una hora después, el adolescente recuperó la consciencia y saltó a la pista. Fue entonces cuando el personal de Hawaiian Airlines se percató de la presencia del adolescente y avisaron a seguridad. Tras una revisión médica se pudo comprobar que el joven estaba en perfecto estado. Según explica el diario norteamericano el adolescente se había escapado de casa.
¿Un milagro?
En el momento en que lo encontraron el propio FBI se preguntaba cómo era posible que el joven hubiese sobrevivido. Un agente afirmó "Es un milagro".
Y aunque el caso del adolescente es extremo, no es la primera vez que un polizón ha sobrevivido a un vuelo en el hueco de la rueda de un avión. En agosto de 2013, un adolescente de Nigeria estuvo 35 minutos en el hueco de la rueda de un avión. Pero en este caso, el tiempo del viaje y la altitud alcanzada fueron mucho menores. En otra ocasión, un polizón logró sobrevivir a un vuelo desde La Habana a Madrid.
Hipotermia e hipoxia
Aunque esto no se trata de ningún milagro, tiene su explicación. El calor de las tuberías, junto al propio calor retenido en los neumáticos puede ayudar a mantener a estos "viajeros" calientes. A medida que este calor desaparece se pude desarrollar hipotermia, por lo que en un viaje que dure más horas, hay más posibilidades de morir.
Además, cuando un avión toma altura de forma constante, disminuyendo el oxígeno, el cuerpo de los polizones llega a un estado de inconsciencia cercano a la hipoxia.
Cuando el avión desciende, tanto la hipotermia como la hipoxia pueden desaparecer, pero en otras ocasiones el cuerpo supera sus límites y es irreversible. En 2012 , el cuerpo de un polizón de 26 años de edad, fue encontrado muerto en Londres.