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Huevos, carne roja, morcilla...

Seis alimentos que puedes comer sin miedo

No hagas caso de los mitos, estos alimentos que evitas son buenos para ti en la cantidad justa, claro.

A lo largo de muchos años se ha propagado el mito de que determinados alimentos, especialmente los que contienen grasa o son de origen animal, son malos para la salud. Pero la relación entre la ingesta de grasa saturada y las enfermedades cardíacas se ha desmontado en los últimos años, comprobando en su lugar que el excesivo consumo de azúcares, y la oxidación el colesterol LDL por el estrés son los principales culpables. Tampoco se ha podido demostrar que las grasas vegetales sean mejores que las animales.

Estos avances han sacado de la cárcel a muchos presuntos culpables que resultan ser inocentes. Lo que único es cierto es que hay que tener cuidado con las cantidades, como en el resto de la dieta. También es importante la fuente. Siempre que puedas evitar los animales de granja, criados con pienso y antibióticos, mucho mejor.

Huevos

Si crees que un huevo al día o más es malo, estás anticuado. La yema de huevo contienen más colesterol por gramo que ningún otro alimento, pero resulta que no hay relación entre el colesterol que comes y los niveles de colesterol "malo" LDL, que supuestamente provocan enfermedades cardiovasculares. El colesterol es necesario para tu organismo, y el cuerpo lo produce por sí solo, independientemente de los huevos que comas. Come más pescado, más verdura, más grasa saludable y haz ejercicio, y deja de preocuparte por los huevos.

Carne roja

La carne roja es una fuente perfecta de proteínas, minerales y vitaminas liposolubles, sobre todo si proviene de animales salvajes o criados con pasto. Los últimos estudios no han podido encontrar ninguna relación entre el consumo de carne roja y las enfermedades cardíacas, cáncer de colon o colesterolemia. El hierro, zinc y vitamina D de la carne roja se absorben mucho mejor que de otras fuentes

Bacon

El bacon se ve como el demonio por su alto contenido en grasa saturada y sal. De nuevo, no se ha podido demostrar la relación entre el consumo de grasa saturada y el colesterol LDL alto. La grasa contiene muchas calorías, pero no hay problema si se consume con moderación. La sal es otro asunto, porque el bacon es muy salado. De nuevo, moderación.

Queso

Estamos hablando de queso de verdad, no esas sustancias que vienen en paquetes de plástico y saben a lo mismo. El queso contiene dos cosas supuestamente problemáticas: lactosa y grasa. La grasa saturada, de nuevo, no es un problema si se consume en la cantidad correcta (poca). En cuanto a la lactosa, determinadas personas son intolerantes. Cuanto más curado esté el queso, menos lactosa contendrá. El queso es una gran fuente de proteínas, calcio, y vitamina K2.

Mantequilla

Estamos hablando de un alimento que es 80% grasa saturada. Es decir, aproximadamente puedes tomar una cucharada por comida si no quieres que tus calorías totales salten por las nubes. Aparte de eso, la mantequilla de calidad es mucho mejor que la margarina, que contiene grasa trans o demasiado omega 6 para ser saludable. La mantequilla aporta vitaminas A, E y K2, esta última imprescindible para absorber el calcio.

Morcilla

La morcilla, u otros tipos de salchichas hechas con sangre que se encuentran en el mundo, como el black pudding inglés o el boudain noir francés, son una fuente asombrosa de hierro y zinc, alta el proteínas y relativamente baja en calorías (si no es de arroz). El contenido en grasa puede ser alto, dependiendo el tipo, así que la solución es consumir la cantidad correcta.

ATENCIÓN: nada de todo esto quiere decir que tengas barra libre para inflarte a bocadillos de queso y bacon. Las calorías siguen siendo calorías, y si no las cuentas, te pondrás como un tonel. Tampoco te libra de comer verdura y hacer ejercicio.

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