El Día Mundial de la Visión se celebra todos los años el segundo jueves de octubre con el fin de llamar la atención y concienciar a la sociedad sobre la ceguera y las discapacidades visuales. Este año se celebrará el 12 de octubre y tendrá como eslogan "Haz que la vista importe", una frase que tratará de sensibilizar sobre la importancia de la salud ocular y sus prevenciones, así como enfatizar la labor de las empresas ópticas.
Actualmente, 4 de cada 5 personas que quedan ciegas, es decir el 80% de los ciegos del mundo, podrían haber evitado su ceguera. Este día internacional pondrá de relieve afecciones tan importantes como las cataratas, el glaucoma o la diabetes. Y además ofrecerá información sobre los últimos avances, descubrimientos e innovaciones existentes, con un único fin de ámbito mundial: acabar con los casos evitables de ceguera en 2020.
La lenta maduración del córtex visual primario
Una de las investigaciones más relevantes y de actualidad ha sido la que concierne a un área del cerebro concreta y su tiempo de maduración. Según una investigación divulgada por Journal of Neuroscience y dirigida por Kathryn Murphy en la Universidad de McMaster en Canadá, el córtex visual primario, una de las áreas del cerebro que se encarga de procesar e interpretar la información visual que procede de las retinas, continúa madurando y desarrollándose hasta los 36 años.
Dicho descubrimiento se ha podido corroborar tras haber realizado un estudio recogiendo y analizando los datos de hasta 30 personas con edades comprendidas entre los 20 y los 80 años y que confirmaban que el córtex visual primario procesa la información que llega de las retinas y la envía a 20 zonas, un trabajo en el que intervienen 280 millones de neuronas. Este estudio determina que las proteínas que ayudan y moldean la acción de las neuronas en la corteza visual de la parte posterior de cerebro pueden seguir activas, haciendo su trabajo hasta al menos los 36 años de edad del individuo.
La buena noticia es que dicha plasticidad del córtex visual primario y su prolongada maduración, que antes se estipulaba alrededor de hasta los 5 o 6 años, ahora permite abrir una vía terapéutica importante para frenar y curar patologías de la visión como el ojo vago. Una discapacidad visual que mediante terapias correctivas, antes solo se aplicaba en niños y que ahora podría también utilizarse en adultos.
Las lentes del contacto del futuro
El futuro de las lentes de contacto se separa de la estética y la óptica para afrontar grandes retos en prevención de enfermedades. "Las lentes de contacto se usarán, en un futuro próximo, en enfermedades como la diabetes, para indicar el nivel de glucosa en lágrima, mediante la incorporación en su matriz de un microchip, que a su vez mandará el registro de medidas a cualquier dispositivo electrónico", afirmaba la especialista Elena Santolaria en las Aulas de Salud del Hospital Nisa Rey Don Jaime.
Las lentillas son actualmente uno de los ejes importantes de la industria tecnológica ya que grandes empresas como Samsung, Sony o Google están diseñando prototipos vanguardistas. De esta manera las lentes de contacto además de prevenir el glaucoma, poder medir la temperatura o los niveles de alcohol en la sangre también serán wearables muy deseados.
De hecho, la empresa multinacional japonesa Sony ya está trabajando en unos prototipos que podrían realizar fotografías con un guiño de ojo, pudiendo incluso utilizar zoom, enfocar distintas áreas de la imagen e incluso compartir las fotografías de forma inalámbrica.
Además, en la Universidad de Michigan estudian la posibilidad de crear unas lentes que puedan apresar el espectro infrarrojo y que, por tanto, ofrezcan la posibilidad de tener una visión nocturna.