Había quien pensaba que Apple había abandonado a los usuarios profesionales de ordenadores Mac de sobremesa. Mac Pro, la computadora orientada a este segmento, llevaba desde 2006 sin más cambios que la imprescindible renovación de sus componentes. Pero el día ha llegado, y lo cierto es que el cambio es lo suficientemente sorprendente como para silenciar esas opiniones.
El nuevo Mac Pro es, como cabía esperar, mucho más potente que su antecesor. Incluye dos tarjetas gráficas AMD FirePro que permiten realizar un trabajo intenso, nuevos procesadores Intel Xeon E5 de hasta doce núcleos y un disco Flash del que no se sabe su tamaño. El ordenador puede manejar hasta tres pantallas de resolución 4K mientras se edita vídeo y se añaden efectos en segundo plano, según afirma Apple.
Pero lo novedoso es el nuevo diseño en forma cilíndrica. Las tres placas principales (las dos gráficas y la del procesador con la memoria) forman un triángulo que expulsa al calor hacia el centro. Un gran ventilador en la zona superior que Apple afirma es muy silencioso aleja ese calor hacia arriba. El ordenador ocupa muy poco espacio (25,1 centímetros de alto por 16,8 de diámetro), pero no cuenta con unidad óptica ni posibilidades de ampliación.
La solución de Apple consiste en la nueva conexión Thunderbolt 2, compatible con la anterior pero mucho más rápida, lo cual permitirá, si lo necesitamos, conectar un chasis externo al que enchufar tarjetas PCI o unidades externas sin problemas de velocidad. Claro que tener un diseño tan compacto para esto es un poco absurdo, pero es cierto que no todos los usuarios, ni siquiera los profesionales, necesitan expandir el ordenador. Apple no ha desvelado ni el precio ni la fecha de lanzamiento.
Más autonomía para el Macbook Air
Apple también ha aprovechado para anunciar la nueva gama de los ordenadores ultraportátiles de la compañía. Sin embargo, no hay rediseño, sólo una actualización que, gracias a los nuevos procesadores Haswell de Intel, conllevará una notable mejora de la autonomía de su batería. Así, el modelo de 11 pulgadas aguantará nueve horas de uso y el más grande de 13 pulgadas alcanzará las doce horas. La idea de la compañía es que pueda usarse durante todo el día sin tener que enchufarlo.
Entre otras mejoras menores destaca la inclusión del estándar 802.11ac de conexión wifi, que permite multiplicar por tres la velocidad siempre y cuando nuestro router lo soporte.