La ciudad de Burdeos no se hubiera enterado de no haber sido publicada a bombo y platillo por los medios. No es para menos. El primer avión eléctrico, bautizado como E-Fan, ha realizado su primer vuelo en Burdeos -suroeste de Francia- el pasado viernes, ante la atenta mirada de la ministra de Economía gala, Arnaud Montebourg, y de representantes de Airbus, dueña del prototipo.
El E-Fan, biplaza, hace apenas más ruido que un secador de pelo. Este prototipo es un paso clave para poder llegar a aviones más silenciosos, limpios con el medio ambiente y, ante todo, más económicos para los usuarios. En declaraciones recogidas por la agencia France 24, la ministra gala calificó al prototipo como "una revolución que cambiará el mundo", y supone "una nueva frontera de la innovación tecnológica y ecológica".
Para la ministra gala el E-Fan es la primera etapa en la producción de generaciones sucesivas de aviones eléctricos de dimensiones que irán en incremento, hasta alcanzar el objetivo de construir aviones de gran capacidad totalmente eléctricos en los próximos 20 años.
El biplaza, de 6,7 metros de largo y 9,5 de envergadura, alcanza una velocidad de 220 km/h y está alimentado con 120 baterías de Litio-ión polímero, que le otorgan una autonomía de alrededor de una hora. El vuelo en cuestión duró 10 minutos, pero significó un rotundo éxito tanto para el Gobierno galo como para la planta de Airbus de Toulouse, diseñadora del proyecto.
Ventajas del E-Fan
Los beneficios principales del E-Fan se asientan, principalmente, en tres conceptos. Ruido. Tan molesto para las ciudades. Barrios enteros que se ven perjudicados por cambios de rutas o, directamente, soportan durante décadas el ruido continuo del rugir de los motores. Con el E-Fan se elimina esta variable. Ecología. De gran relevancia para todos los gobiernos en la actualidad. Las aerolíneas son protagonistas a la hora de emitir CO2, con lo que gracias a ese prototipo se soluciona eficazmente la disyuntiva.
Por último, económico; quizá la más importante para los usuarios. Una hora de vuelo en el E-Fan consume alrededor de 12 euros en energía, casi cuatro veces menos que un avión convencional del mismo tamaño.
Prototipos del futuro
Los ingenieros saben que aún queda mucho para conseguir aviones comerciales de gran tamaño, pero trabajan ya para dar siguientes pasos. Por un lado, Airbus comenzará a producir el E-Fan y el E-Fan 2.0 -la versión de entrenamiento- y, por el otro, se impulsará en un futuro el E-Fan 4.0, de cuatro plazas y sistema híbrido.