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Apple: entre el sopor y una súper pantalla

Lo más destacable de la última presentación de Apple no ha sido ningún iPad, sino la pantalla 5K del nuevo iMac.

Lo más destacable de la última presentación de Apple no ha sido ningún iPad, sino la pantalla 5K del nuevo iMac.
Los componentes de la pantalla 5K del iMac. | Apple

Este jueves asistimos a una nueva keynote de Apple en la que no destacaron los productos, ni siquiera sus renovaciones. Por no destacar, no destacaron ni los videos promocionales. No es novedad: la mitad de las presentaciones de Apple bajan a lo terrenal para caminar entre las demás marcas y limitarse a mostrar actualizaciones de hardware, renovaciones estéticas superficiales y acabar dando la sensación de que el marketing navideño tendrá que devanarse los sesos para poder vender igual de bien que el año pasado.

El ambiente de la sala era diferente al que estamos acostumbrados. Los fans pasaron a un segundo plano y las explicaciones sobre la filosofía vital de Apple se convirtieron en reproducciones en tres dimensiones de los nuevos componentes de sus pantallas y procesadores. Personalmente, yo disfruto más cuando la tecnología se muestra como lo que es: algo extraordinario que no necesita maquillajes audiovisuales para ser apreciado. Pero no olvidemos que gran parte del éxito de Apple es su manera de acercar el producto al consumidor final, haciendo que éste se preocupe de lo estético y dejándoles a ellos preocuparse de lo demás.

Apple ni siquiera pareció querer esforzarse en intentar venderse como suele; el video promocional del nuevo iPad Air 2 mostró que lo único destacable era... un tajo al grosor, eso sí, uno considerable y con láser, aparentemente. Destacaron los silencios incómodos en los que unos pobres programadores franceses se miraban de reojo al no entender por qué no conseguían aplausos ante sus novedades gráficas. Hasta el propio Phil Schiller pareció querer avanzar rápido con las novedades ante la poca colaboración de la sala. Sin embargo, no todo fue aburrido... bueno, casi todo sí, pero desmenucémoslo.

Los iPad fueron el plato fuerte, lo que dice muy poco del evento en sí. El iPad Air 2 destaca por su nuevo grosor y el iPad Mini 3 por... ser el 3. Poca gente le da la importancia a la presencia del Touch ID que Apple querría, especialmente en una tableta, donde parece que privacidad y seguridad no son tan determinantes como pueden serlo en un teléfono móvil, de ahí que su implementación en ambas tabletas haya sido considerada como una actualización obligatoria, no sorprendente. Aún así, es cierto que si uno no dispone de las versiones anteriores, el nuevo hardware ayuda a plantearse una actualización, ya que es una característica que Apple va a impulsar en los próximos años.

En mi opinión, el nuevo iMac 5K lanzamiento mas importante del día, con el permiso de actualizaciones tan importantes como las del Mac mini. El ordenador de sobremesa de Apple actualizó sus componentes pensando en un futuro no tan lejano en el que aún así parece ser el primero en llegar. Un ordenador enfocado más a los profesionales gráficos (y a los editores de video en su versión más cara) que a los consumidores normales, pero donde se muestra que la marca entiende que el cambio a la resolución 4K en todos nuestros dispositivos es inevitable y que más vale adelantarse a la competencia que arriesgarse a perder su presencia en el mundo del diseño gráfico, donde sus ordenadores ya son inherentes a los propios espacios de trabajo.

Su precio puede parecer alto: 2.500 euros la versión de entrada y más de 3.000 la más avanzada, pero dentro de un contexto donde el único competidor es Dell con un monitor 5K de unos 2.000 euros, el precio sigue la política de Apple, donde los productos de gama alta venden más gracias a su reputación de calidad.

Qué podemos esperar

Estamos en la antesala de un año en el que el Watch se llevará toda la atención de Apple. Se esperan las renovaciones pertinentes en la gama de portátiles, aunque aún podrían sorprendernos con la llegada de la pantalla retina a los MacBook Air (que ya comienza a ser una fantasía, como lo fue en su día la renovación del Mac Pro).

Si toca renovar el ordenador principal de la casa, el nuevo iMac permite tener la tranquilidad de que uno no se quedará desfasado en un par de años frente a los avances de la industria. El Mac mini sigue siendo un buen modelo de ordenador, sobre todo como centro multimedia conectado al televisor y a la red doméstica para compartir archivos.

Los iPad siguen siendo grandes tabletas. Si no los has actualizado en el último par de años, ahora es un momento muy bueno ya que las siguientes versiones no cambiarán significativamente el hardware, y seguramente sólo aumentarán sus prestaciones internas. El precio de la anterior generación hace aún más interesante el cambio.

Por su formato, creo que me quedaría con el iPad Air 2, y aunque en los últimos años hasta Apple ha tenido que claudicar ante el empuje de tabletas de reducidas dimensiones, la realidad es que los phablets, o teléfonos de grandes dimensiones están empezando a entrar en conflicto con su funcionalidad. Apple parece querer volver a las dimensiones de los primeros iPad (no podían haberse esforzado menos en la presentación del iPad mini 3), dejando el iPad mini como algo residual producto del empuje de Android en la industria y las pretensiones de un "iPad Pro" de mayores dimensiones como una idea para consumidores Windows.

En resumen, pocos cambios en el frente. Nos tocará esperar, con suerte mirando la hora en un nuevo Apple Watch, al futuro de una Apple que sigue como nos tiene acostumbrados, conservadora en algunos casos, muy conservadora en otros, y marcando la pauta a seguir en lo que quiere.

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