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El nuevo coche autónomo de Google llegará a las calles en 2015

Google ha anunciado que sus prototipos de coches sin conductor llegarán a las calles a principios de año, tras cumplir con las leyes de California.

Google ha anunciado que sus prototipos de coches sin conductor llegarán a las calles a principios de año, tras cumplir con las leyes de California.
Así es el nuevo prototipo, ahora con faros y todo. | Google

Google ya desveló en mayo su prototipo de coche eléctrico que se conduce solo, pero desde entonces lo ha ido mejorando para poder utilizarlos en el mundo real. Así, han incorporado elementos que faltaban en el original, como faros que se puedan encender, y han cumplido con las leyes de California que obligan a incluir controles manuales. Ahora ha presentado un nuevo prototipo que ya puede circular legalmente por el estado. Si el original tenía simplemente un botón para encenderlo y apagarlo, el nuevo dispone de volante y pedales para acelerar y frenar en caso de emergencia.

El coche alcanza unos escasos 40 kilómetros por hora y tiene una autonomía de unos 160 kilómetros y espacio para dos pasajeros. Pero no son esas características las más importantes, claro, sino su capacidad de funcionar sin conductor. El coche de Google, además de GPS, dispone de radar y un sistema de láseres que en conjunto son capaces de generar un mapa en tres dimensiones de los alrededores del vehículo. Esto significa que puede ver en todas las direcciones y, en ocasiones, hasta detrás de otros objetos, reaccionando de forma adecuada a lo que sea capaz de detectar. El dibujante Matthew Inman, por ejemplo, escribió tras un viaje con él que el vehículo se paró tras detectar a un ciclista que circulaba detrás de unos arbustos y que Inman fue incapaz de ver, pero el coche sí.

El vehículo aún tiene problemas para funcionar correctamente bajo condiciones de lluvia o nieve, lo cual parece una razón de más para probarlo en California y no en otras latitudes, así como para reaccionar ante escenarios complejos como zonas con obras o intersecciones complicadas. Como parece lógico, por seguridad y para facilitar su adopción, peca de cauto más que de temerario. Pero Google espera que cuando ponga en las calles 200 de estos vehículos los datos que recojan les permitan mejorar en todos estos aspectos, dado que cada coche de Google aprende gracias a las experiencias de todos ellos.

La empresa californiana espera que la tecnología esté lista en 2020 para ser instalada en vehículos tradicionales de otros fabricantes. La principal amenaza que tiene frente a sí es quizá más regulatoria que tecnológica. No está claro, por ejemplo, quién sería responsable civil o incluso penal en caso de accidente. ¿El conductor que no está conduciendo? ¿La marca del coche? ¿El creador del software de conducción autónomo? En cualquier caso, cabe esperar que los seguros de este tipo de vehículos salgan mucho, pero que mucho más baratos, ya que los coches autónomos no beben, no se duermen ni se distraen al volante. Pero sin duda los trabajadores del volante encontrarán bastante amenazador para su sustento la popularización de estos vehículos.

Un escenario probable tras su expansión en el mercado es que la conducción pase a ser más un hobby que una obligación o incluso una profesión. Probablemente en el futuro nos moveremos con estos coches eléctricos sin conductor, y será suficientemente barato, dados los ahorros en costes energéticos y de personal, como para que a la mayoría no le merezca la pena tener coche propio. No dejarán de moverse atendiendo clientes mientras se les necesite y aguante la batería y aparcarán en instalaciones en las afueras, donde se encargarán de cargarlos para que vuelvan al trabajo lo antes posible. Profesiones como la de taxista o camionero dejarán de existir. Y, según Google, esto empezará a suceder dentro de sólo cinco años.

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