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¿Cómo nació Siemens?

El conglomerado industrial alemán surgió para comercializar un telégrafo.

El conglomerado industrial alemán surgió para comercializar un telégrafo.
Diseño propuesto por Siemens para los trenes del metro de Londres. | Flickr/CC/Julian Walker

Todos sabemos que Morse inventó el telégrafo. La realidad, sin embargo, es un poco más complicada. Samuel Morse perfeccionó un invento de su compatriota Joseph Henry, quien no sólo no había patentado el suyo sino que ayudó a Morse. Además, al otro lado del Atlántico también estaban ocupados creando sus propias variantes del telégrafo eléctrico, que prescindían del uso obligado de un código específico que había que aprender, como el patentado por los británicos Wheatstone y Cooke en 1837, que el primero de ellos mejoró en 1840 para incluir un dial en el que la aguja indicaba la letra que se había recibido. No era muy rápido, pero tampoco requería de personal que supiera código Morse.

Fue este último telégrafo el que inspiró a Werner Siemens, un inventor que se había especializado en mejorar los inventos de otros. Nacido en 1816 cerca de Hanover, la falta de recursos de su familia le había obligado a enrolarse en el ejército prusiano, donde pasó tres años aprendiendo matemáticas, física, química y balística. Su primera patente, concedida en 1842, había consistido en un método para dorar o platear una superficie mediante electrolisis. Cuatro años después tuvo una idea para mejorar el telégrafo Wheatstone, que construyó usando una caja de cigarros, algo de hojalata y hierro e hilo de cobre. Confió al ingeniero Johann Georg Halske el aparato para que hiciera una versión algo más profesional, por así decir, y juntos fundador en 1847 su compañía telegráfica, con el nombre de Telegraphen-Bauanstalt von Siemens und Halske.

El éxito de la empresa se debería tanto al telégrafo de Siemens como a la prensa construida por Halske que permitía cubrir los hilos de cobre con gutapercha, un material entonces novedoso que se parece al caucho, y que funcionaba como aislante. Al año siguiente recibirían el primer contrato del Gobierno para construir la línea entre Berlín y Frankfurt, que terminaron a tiempo para enviar la petición del parlamento de Frankfurt al rey prusiano de regir la Alemania unificada. Se expandieron a Rusia y Gran Bretaña, y Siemens fue colocando a sus hermanos a dirigir las filiales, convirtiendo Siemens en una empresa familiar.

Werner siguió con su faceta de inventor, y en 1867 logró mejorar las dínamos existentes para crear una que tuviera una utilidad práctica para la industria como fuente de energía. Curiosamente, otro inventor llegó a una solución casi idéntica de forma paralela. Wheatstone, en concreto. Pero fue Siemens quien la comercializó, y una de sus aplicaciones prácticas fue la construcción de tranvías y trenes eléctricos, uno de los negocios en los que sigue presente la empresa hoy día.

El fundador se retiró en 1890 después de haber sido convertido en noble y pasado a llamarse Werner von Siemens. La gestión de la empresa la heredaron dos de sus hijos, y la compañía sobrevivió a duras penas a dos guerras mundiales para valer ahora mismo como unos 75.000 millones de euros, euro arriba, euro abajo.

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