Uno de los principales obstáculos para la adopción masiva de los vehículos eléctricos es el tiempo de carga. Aunque Tesla haya avanzado en ese frente, sigue siendo poco práctico hacer viajes largos con un coche eléctrico, y seguirá siendo así mientras continuemos atados a las baterías de ión litio actuales. Pero según cuenta The Wall Street Journal, Toyota habría solucionado ese problema en el laboratorio con una nueva tecnología de batería con electrolito sólido y estaría trabajando actualmente para llevarlo a producción. El gigante automovilístico espera poder vender en Japón coches eléctricos con estas baterías en 2022.
Las nuevas baterías de estado sólido permitirían cargar el vehículo en minutos, serían más ligeras y pequeñas que las actuales y tendrían menos riesgo de incendio. Además, funcionarían en un rango más amplio de temperaturas, al no haber riesgo de congelación, y tendrían una vida útil más larga. Esta tecnología es la clave para que los vehículos eléctricos eventualmente sustituyan a los de combustión interna, por lo que hay muchos laboratorios intentando construirlas, pero hasta ahora el principal escollo ha sido la dificultad de pasarlas a producción masiva. Este sería el escollo que Toyota espera poder salvar en cinco años.
Otras empresas, desde Google hasta BMW, están trabajando en baterías de estado sólido. Si la multinacional japonesa lograra ser la primera en conseguirlo, le daría una notable ventaja sobre sus competidores, ventaja de la que ya disfrutó en la tecnología híbrida con su Prius. Sería irónico, ya que Toyota ha estado años despreciando públicamente al coche eléctrico y presentando a los alimentados por hidrógeno como una mejor alternativa.