El químico de la Universidad de Rice (Houston, Texas) James Tour asegura haber mejorado las omnipresentes baterías de ión litio empleando un derivado del asfalto en el ánodo ofreciendo mucha más capacidad y velocidad de carga. Combinado con nanolazos de grafeno asegura haber alcanzado una densidad de 943 vatios-hora por kilogramo, cuando hoy día la densidad de las mejores baterías no llega más que a unos 260 Wh/kg.
La batería también sería más segura y rápida. En las actuales, una carga demasiado rápida provoca que se formen las llamadas dendritas de litio, una suerte de grietas que si crecen demasiado pueden llegar a conectar directamente ánodo y cátodo produciendo cortocircuitos que son los responsables de que algunas baterías ardan o exploten. También son las responsables de que, con el uso, cada vez duren menos. Según el artículo publicado en la revista ACS Nano, el nuevo material ha mostrado una gran estabilidad después de 500 ciclos de carga y descarga. Tanto que Tour afirma que se pueden recargar completamente en unos cinco minutos sin ningún problema, en lugar de las más de dos horas habituales en las de ión litio.
Un proyecto anterior del mismo laboratorio ya había demostrado que empleando grafeno y nanotubos de carbono en el ánodo se prevenía la formación de dendritas, pero resultaba demasiado complicado de fabricar. Tour asegura que esta nueva batería es mucho más fácil de fabricar al no requerir varios de los pasos que necesitaba la anterior. Esperemos que esto signifique que esta nueva batería alcance el estado de producción masiva, el paso en el que hasta ahora han fallado todos estos hallazgos.