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'Grim Fandango Remastered', un clásico imprescindible pero mal actualizado

Quince años después, regresa la última de las grandes aventuras de los 90 con una edición no demasiado cuidada en el aspecto gráfico.

Quince años después, regresa la última de las grandes aventuras de los 90 con una edición no demasiado cuidada en el aspecto gráfico.

Grim Fandango está de vuelta. Prepara tu mejor traje, saca brillo a los zapatos y ponte cómodo para vivir una aventura de ensueño a rebosar de intrigas, huesos, bandas de jazz, celebraciones mesoamericanas, y personajes memorables, que se ha tomado más de tres lustros en renovar su imagen. Se abren de nuevo los paquetes de viajes póstumos del comercial del Departamento de Muerte, Manuel 'Manny' Calavera, con su impecable estilo, inteligencia y afilado sentido del humor.

Este elegante personaje, parca a tiempo parcial y galán a jornada completa, fue capaz de enamorar a aquellos que vivieron la última genialidad de Lucas Arts a finales de los 90, tanto, que todos ellos guardaron en su interior un hueco permanente para la guadaña de Manny. Espacio que ahora pueden reforzar con la remasterización de uno de los clásicos imprescindibles, que se incorpora a la lista de deseos de PS4 y PSVita con todos los elementos que conquistaron al público en 1998, añadiendo, como es natural, algo de barniz para disimular el paso de los años.

Aventuras con mayúsculas

El género que ahora denominamos aventura, responsable de numerosos iconos bajo el sello de Lucas Arts en los años 90, nació y se formó debido a las limitaciones técnicas de la época. Con ordenadores personales incapaces de realizar grandes movimientos en tres dimensiones, la parte creativa se especializó en trabajar modelados tridimensionales en entornos renderizados, y de este modo terminaron por depositar más energía en la creación de las historias y la atmósfera que las acompaña que en cuestiones puramente técnicas. Y, sí, Grim Fandango es similar a un punto final, como una especie de sobresaliente resumen de un género que ya languidecía.

Manny Calavera nos regala a través de su historia una ácida combinación de humor y crítica social desde su puesto como agente o comercial de viajes, ya que cuando alguien muere debe viajar hasta el noveno círculo del infierno y la agencia de Manny se encarga de proporcionar el método de transporte. Hay varias formas de llegar hasta el destino, aunque esto lo determinan las acciones realizadas en vida. Los más generosos y piadosos irán más cómodos, mientras el resto se reparte curiosas maneras de desplazarse. Van desde el lujoso tren hasta un bastón con una brújula para no perder el camino, pasando por barcos o coches. Pero Manny no está en racha, la presión se acumula a su alrededor y no ha podido colocar a ningún cliente un solo billete decente en los últimos meses. Mientras tanto en el despacho contiguo no dejan de llegar clientes importantes que parten entre lujo y comodidad. Algo no huele bien y Manny comienza a sospechar.

Si jugamos con el formato 4:3 del juego original veremos bordes negros o decorados a los lados

El prometedor punto de partida de esta aventura atemporal, no hace más que acumular viajes por el mundo haciendo parada en lugares increíbles para conocer personajes entrañables y una historia que no deja de sorprender a base de intrigas, traiciones y los muchos rompecabezas que el protagonista debe superar con la única ayuda de sus amigos, su ingenio y los materiales que irá recogiendo en el camino. Volver a jugar Grim Fandango después de estos años no debería ser una tarea fácil para los nuevos jugadores, que podrían sentirse frustrados, no por la dificultad del título, sino por las asociaciones que en aquellos años explorábamos para que los huesos de Manny dieran un nuevo paso. Soluciones ingeniosas que todavía se perciben como francamente improbables.

En la versión Remastered, no obstante, esto puede ser menos preocupante, ya que a diferencia del juego original aquí hay a disposición del jugador un manual de instrucciones que lo acompaña. De este modo, quienes no quieran complicarse tendrán que explorar bastante menos para averiguar cómo funcionan las soluciones, descontando la vía rápida de Google. En todo caso, la resolución de los escenarios se ejecuta con los elementos que Manny recoge y guarda en su chaqueta, que funciona a modo de inventario. El propio personaje girará la cabeza en dirección al objeto que debemos recoger para aplicar sobre otro elemento concreto del escenario cuando pase cerca, una solución que también funciona perfectamente en las pantallas que reciben la remasterización.

Remasterización en serie

La ola de remasterizaciones para videoconsola nos está dando, a niveles generales, más alegrías que decepciones. Tampoco tienen muchas opciones y en estos casos deben enfrentarse a los problemas que genera restaurar los fondos renderizados. Y en esta línea se mueve Grim Fandango, que recibe nueva iluminación, perceptible por ejemplo en las sombras que producen escenarios más expresivos y que ofrecen menos sensación de vacío. Aunque por otra parte, sería imposible negar que los modelados poligonales no han recibido el tratamiento adecuado. No se trata de llegar hasta el extremo de esconder las formas originales de los personajes, más bien de evitar o disimular mejor el píxel.

También se ha incorporado una opción para ajustar el aspecto original 4:3 a los actuales estándares 16:9, aunque hay ciertos matices que no se pueden dejar pasar. El aspecto original se acompaña de dos bandas laterales que se pueden mostrar decoradas o en negro, mientras el formato panorámico completa la pantalla sin respetar las proporciones con todo lo que conlleva.

Otro de los extras que incorpora la remasterización es la posibilidad de variar el aspecto gráfico del juego en cualquier momento. Con tan solo pulsar un botón podemos comprobar los retoques estéticos que ha recibido la obra alternando entre ambas resoluciones. En relación al control también se añade un nuevo esquema analógico adaptado, basado en un mod desarrollado originalmente por un usuario que permite que el control y los movimientos de Manny sean más fluidos. Aunque el nuevo control será el predeterminado, los puristas cuentan con la opción del control tradicional.

El reescalado a 16:9 no respeta las proporciones

Y así los extras se completan con una galería de arte y un modo con comentarios del director. En este caso, el propio Tim Schafer es quien explica los apuntes sobre elementos destacados dentro de cada escenario y nos invita a descubrir muchas curiosidades sobre su desarrollo. Se puede activar en la primera partida sin demasiado riesgo de perder el hilo del resto.

Grim Fandango se estrenó en nuestro país con un notable doblaje en castellano que respetaba chistes y frases con doble sentido, y por suerte esta característica repite en la remasterización, que incluye además del castellano, su correspondiente versión original en inglés y subtítulos en ambos idiomas. La banda sonora también ha sufrido una importante renovación. Para la ocasión, la Sinfónica de Melbourne se ha encargado de grabar la música.

Conclusiones

Grim Fandango supo recoger lo aprendido durante toda una década para cerrar el ciclo de las grandes aventuras, y ahora con una cantidad respetable de años a sus espaldas y menos maquillaje del esperado, la creación de Tim Schafer continúa siendo un juego magnífico, atractivo y con un sentido del humor tan inteligente como elegante. Sin embargo, la promesa de una buena remasterización ha quedado ligeramente por debajo de las expectativas en la parcela técnica. Por suerte para nosotros la aventura de Manny es un claro ejemplo de cómo algunos clásicos son capaces de conservarse realmente bien.

Lógicamente es imposible no preguntarse si se podía haber trabajado más en presentar modelados más definidos o haber adaptado la relación de aspecto en 16:9. Pero lo interesante, los componentes que realmente hacen de este videojuego una referencia, continúan ahí, inalterables al paso del tiempo: su agudo ingenio, la cautivadora historia y algunos de los personajes más carismáticos de la historia del ocio electrónico. Un clásico imprescindible.

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