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La ONU hace desaparecer 50 millones de refugiados climáticos

Predijeron que en 2010 habría 50 millones de refugiados climáticos y no se ha registrado ninguno. La ONU trata en vano de ocultar las pruebas.

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Todo empezó hace casi seis años, allá por el otoño de 2005, en plena histeria mediática del calentamiento global antropogénico. Un estudio de la Universidad de las Naciones Unidas anunciaba que, para el año 2010, habría 50 millones de refugiados climáticos. Es decir, gente desplazada de sus hogares pero no por culpa de guerras o hambrunas, sino por los efectos que el calentamiento global iba a ocasionar sobre ciertas áreas de la Tierra, especialmente archipiélagos y zonas costeras muy expuestas a la subida del nivel de los océanos.

Janos Bogardi, a la sazón director del Instituto para el Ambiente y la Seguridad Humana, se mojaba asegurando que la situación se debía "al uso poco sostenible de la tierra y la influencia del cambio climático". Este último sería el responsable, según Bogardi, de las inundaciones, "provocadas por crecientes niveles de dióxido de carbono en la atmósfera". Un C02 que, a juicio del funcionario de Naciones Unidas, era mucho mayor de lo natural

El estudio tuvo un eco inmediato. La prensa de todo el planeta habló de él. En España titulares como este del diario El Mundo, se repitieron por todos los periódicos. Era un vaticino cercano, pero tan seguro estaban de él sus defensores que lo fiaban a cortísimo plazo –sólo cinco años– y hasta metían en el ajo a la Cruz Roja. Se pedía crear una nueva categoría de refugiado que viniese a completar la que se estableció en 1951 en la Convención de Ginebra. En aquel entonces se apostaba por el término "refugiado ambiental", aplicable a aquellos que tuvieran que dejar su hogar por culpa de los destrozos medioambientales ocasionados por la especie humana.

Myers, el predictor

La pregunta que por entonces nadie se hizo fue de dónde salía esa cifra. ¿Por qué 50 millones y no 40, 60 ó 100? El inventor de los 50 millones fue el ecologista radical británico Norman Myers, profesor de la Universidad de Oxford y famoso por haberse inventado otra cifra en el pasado, la de la cantidad de especies que, supuestamente desaparecen cada año. Myers dijo que iban a ser desplazadas 50 millones de personas a causa del calentamiento global durante una conferencia de prensa durante la cual no respaldó sus afirmaciones con estudio o razón alguna.

Sin que Myers apareciese en escena, el estudio de la Universidad de la ONU pronto pasó a la orden del día del Programa Medioambiental de Naciones Unidas, UNEP por sus siglas en inglés, que advirtió que la catástrofe climática se iba a cobrar en sólo cinco años unos 50 millones de refugiados. Esta ingente masa humana saldría de zonas afectadas por el aumento del nivel del mar y por aquellas castigadas por huracanes y sequías. Para hacerlo más creíble la UNEP publicó en su página web un mapa en el que se indicaban las áreas más susceptibles de padecer la tragedia.

El mapa desaparecido

Pasaron los años y llegó 2010, pero nadie se acordaba del pronóstico de la ONU hasta que el día 11 de este mismo mes Gavin Atkins, periodistas del Asian Correspondent escribió un artículo titulado "What happened to the climate refugees?" (¿Qué sucedió con los refugiados climáticos?). En el artículo Atkins se hacía la pregunta y, al mismo tiempo, se la contestaba. Tomando como referencia el mapa de la UNEP repasaba las zonas que, supuestamente, iban a emitir el grueso de esos 50 millones de refugiados.

Pues bien, Atkins encontró que lugares como las islas Bahamas, Santa Lucía o las islas Seychelles no sólo no habían perdido población, sino que la habían ganado en los últimos años. Lo mismo ocurría con zonas continentales señaladas en el mapa como susceptibles de sufrir la ciega ira del calentamiento global. Así regiones enteras de China o de los Estados Unidos cercanas a las áreas de riesgo han crecido de un modo sostenido, tanto económica como demográficamente.

Como era de esperar, nadie se hizo eco del artículo de Atkins a excepción de las redes sociales en Internet. La UNEP, lejos de ignorar el asunto, se involucró de inmediato, pero para retirar el mapa de su web. Una nutrida comunidad de internautas se pusieron entonces a investigar hasta que dieron con la página archivada en la caché de Google. Y ahí aparecía el cuadro donde se insertaba el mapa y su descripción, pero no el mapa propiamente dicho.

Entonces a alguien se le ocurrió buscar la versión en alta definición del mapa y, efectivamente, ahí continuaba. De esta manera la red consiguió recuperar lo que la ONU arteramente había retirado para ocultar que sus predicciones catastrofistas no se han cumplido. El mapa en cuestión es este:

Tócala de nuevo, Sam

Ante la evidencia de haber sido pillados por dos veces consecutivas, ¿qué he hecho la cúpula climática de las Naciones Unidas?, ¿ha reconocido el error?, ¿ha pedido disculpas? Nada de eso, inasequibles al desaliento han aplazado diez años el pronóstico de los 50 millones de refugiados.

En una nota de prensa de la Association for the Advancement of Science (AAAS) se asegura, textualmente, que "los expertos dicen que habrá 50 millones de refugiados climáticos para 2020". La noticia de 2005 se repite de este modo seis años después fiando el desenlace para diez años más tarde. 

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