María Blasco, nueva directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas
El proceso de selección se prolongó durante año y medio, quedando dos veces cerrado sin haber encontrado sustituto a Mariano Barbacid.
La investigadora española María Blasco sustituirá a Mariano Barbacid al frente del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), tras un proceso de selección nacional e internacional que se ha prolongado durante un año y medio.
El proceso de relevo de Barbacid había quedado por dos veces cerrado sin que se encontrara sustituto y se había dividido en varias fases.
La primera terminó en julio de 2010 y quedaron como finalistas dos científicos que finalmente declinaron la oferta. Para la segunda fase, se contrató a una consultora que propuso diez nuevos candidatos, que se unieron a los tres vicedirectores del CNIO. De entre esos, el comité de selección presentó el pasado 16 de mayo una lista, pero el patronato decidió ampliar hasta este miércoles el plazo para la selección del nuevo responsable del organismo.
Tras esa reunión de mayo, el comité de expertos manifestó su intención de desvincularse del proceso, dadas las "filtraciones y contaminaciones" a los medios de comunicación en los días previos. Según informa Efe, en esas circunstancias los miembros del comité no se veían capaces de encontrar un candidato con las condiciones idóneas.
En las últimas semanas sonaron para el citado puesto el nombre de varios científicos, entre ellos el de la elegida, María Blasco, quien dirige el Programa de Oncología Molecular del CNIO y es vicedirectora del centro. También se había barajado el nombre del austríaco Erwin Wagner, vicedirector del CNIO y director del programa Fundación BBVA-CNIO de Biología Celular del Cáncer.
El proceso de selección del sustituto comenzó en 2009, cuando Barbacid anunció que dejaba la dirección. Barbacid mantuvo con el Ministerio de Ciencia e Innovación desde hace unos meses diferencias, debido al estado de financiación del programa de terapias experimentales del CNIO.
El científico defendió la puesta en marcha de agrupaciones de interés económico para continuar con sus investigaciones, fórmula que por dos veces la Abogacía General del Estado calificó de no válida.
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