Una elefanta ejerce de matrona en su propio parto

Risky (prosperidad en indonesio) nació en la isla de Bali, en el Elephant Safari Park Lodge. Pesó 118 kilos, midió unos 95 cm y menos de tres minutos después ya estaba en pie. Pero estuvo a punto de no. Y de no ser por su madre, Nicky, jamás lo hubiera logrado. Su obstinación la llevó a hacer todo lo posible para que su cría, que durante dos minutos no mostró signos de vida, pudiera respirar. Y lo logró. Estas imágenes, impactantes por lo crudas, muestran cómo lo hizo.

Algunos han visto en estas crudas imágenes un evidente intento de salvarle la vida a su cría. Otros, sin embargo, han visto un comportamiento instintivo propio de la especie. ¿Cuál es la verdad? Próximamente daremos la respuesta científica a este hecho. Mientras tanto, ¿tú qué opinas?

Para resolver la duda, hemos hablado con el Dr. Javier Gimeno, biólogo de Faunia quien nos ha dicho que ese tipo de respuesta es innata en la mayoría de los mamíferos. Al nacer, los animales tienen las vías respiratorias obstruídas por las mucosas por lo que los golpes (que a nosotros nos parecen fuertes, pero no lo son) tienen el propósito de despejar las vías. Por ello también se les levanta la cabeza (algo que hacen jirafas, rinocerontes y otros grandes animales) para estimular la respiración.

Por otro lado, Gimeno nos ha comunicado también que en la mayoría de los mamíferos, los partos son nocturnos. Esto se debe a varias razones. Es en ese momento cuando el grupo, la manada, se ha reunido, así el recién nacido es menos vulnerable a los depredadores. Estos últimos, por la noche, tienen más dificultades para alcanzar una presa. Y, finalmente, si nace una cría por la noche tiene un poco más de tiempo para adaptarse a la nueva realidad, para aprender a caminar y reconocer a su familia que si lo hiciera de día teniendo que protegerse de las amenazas.