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Robert Doisneau: 'La belleza de lo cotidiano' entre París y Palm Springs

Por primera vez en España se muestran varias de las obras emblemáticas del artista y otras nunca o muy poco vistas.

"Hay imágenes que envejecen bien y que envejecerán cada vez mejor. Ésas son las buenas fotos". Así explicaba el fotógrafo francés Robert Doisneau lo que para él era una buena fotografía.

22 años después de su muerte llega a Madrid una de las exposiciones más completas del fotógrafo francés, con una recopilación de 110 fotografías que ponen de manifiesto la extraordinaria capacidad de Robert Doisneau de extraer La belleza de lo cotidiano, título de la muestra que se podrá ver en el edificio de Fundación Canal hasta el 8 de enero de 2017.

Su cámara Rolleiflex da la bienvenida a los aficionados y apasionados seguidores del autor y amantes de la fotografía que quieran disfrutar de una pequeña, aunque muy representativa, muestra de la obra de este fotógrafo de la vida cotidiana que en toda su carrera produjo alrededor de 450.000 negativos.

Hablar de Doisneau es hablar de uno de los pilares fundamentales de la fotografía del siglo XX. Le tocó vivir uno de los periodos más fructíferos de la Historia de la Fotografía y logró pertenecer, por derecho propio, a un selecto grupo de artistas que hoy se consideran los grandes mitos de la fotografía universal. Amigo de Henri Cartier-Bresson, cualquier fotógrafo conocerá dos de sus obras más representativas y reproducidas el retrato de Picasso con jersey de rayas (Los panecillos de Picasso, 1952), y El beso del hôtel de Ville.

Doisneau se basaba en encontrar un escenario sugerente y estar atento a todo lo que pasaba a su alrededor para captar los gestos de personas corrientes en situaciones cotidianas.

Caótico por naturaleza, Doisneau no seguía orden ni criterio alguno. Resulta por tanto muy complicado clasificar y ordenar sus trabajos, ya que no tenía una intención artística preconcebida.

La Segunda Guerra Mundial fue uno de sus escenarios más fructíferos. En 1939 el fotógrafo se alistó en el ejército francés, donde colaboró con la Resistencia y pudo documentar varios momentos de la ocupación nazi y de la liberación de la capital francesa.

Pertenece a la llamada Escuela Humanista, exponente del realismo poético y fiel a su particular estilo, que tan magníficamente ha sobrevivido al paso de los años, desarrolló un claro modus operandi que se basaba en encontrar el escenario perfecto y estar atento a todo lo que ocurría a su alrededor.

"Mi foto es la del mundo tal y como deseo que sea". "Lo que estaba tratando de mostrar era un mundo en el que me hubiera sentido bien, donde la gente era amable, donde encontré la ternura que yo esperaba recibir. Mis fotos eran como una prueba de que este mundo podía existir".

El beso del Hôtel de Ville (1950), publicada por primera vez en la revista Life, es posiblemente la imagen más reproducida en la Historia de la Fotografía, es el plato fuerte de la exposición que se abre en Madrid.

La exposición

Una exhaustiva y personal selección llevada a cabo por sus hijas y comisarias de esta exposición, Annette Doisneau y Francine Deroudille, atendiendo a los principales intereses y temas preferidos de su padre.

Se exhibe cierto material personal del fotógrafo como su cámara Rolleiflex, varias publicaciones originales donde se difundieron sus trabajos, como las revistas Fortune o Life, cuatro hojas de contacto y tres collages.

La muestra abarca 45 años de creación del artista –desde finales de la década de los 20 hasta mediados de la década de los 70, ocupando los años 40 y 50 el grueso de su trabajo-; por lo que en esta exposición se puede contemplar la evolución de Doisneau desde su periodo de formación como artista hasta su madurez como fotógrafo, momento en el a través de su cámara ya observamos una manera muy personal de fotografiar, su sello propio.

El color de Palm Springs

La serie a color Palm Springs 1960, una sorprendente, inesperada e irónica producción de los años 60 olvidada desde entonces y recuperada para esta exposición. Es el primer trabajo a color de Doisneau, detalle que resulta sorprendente ya que había experimentado con el color durante los 20 años anteriores.

Este trabajo, un extraordinario hallazgo que, tras una larga temporada oculto, vuelve a ver la luz, permite ver el lado más desconocido, divertido y satírico de Doisneau.

El 19 de noviembre de 1960 Doisneau voló por primera vez a los Estados Unidos para realizar un reportaje solicitado por la revista Fortune. El tema del reportaje era la construcción de campos de golf en Palm Springs, refugio de jubilados americanos adinerados en el desierto de Colorado.

Tardó dos semanas en hacer este reportaje en Palm Springs; se publicó en el número de Fortune de febrero de 1961. Utilizó una Rolleiflex, una Leica y una Hasselblad y, por primera vez, empleó la película de color con fines definitivamente estéticos.

Más tarde, las fotos fueron clasificadas y guardadas en cajas durante un largo periodo de tiempo. Las hijas de Robert Doisneau quisieron volver a dar vida a estas imágenes que durante años fueron olvidadas y ahora es posible verlas en esta exposición.

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