Angelina Jolie es Evelyn Salt, una agente de la CIA que se ve obligada a emprender una frenética huida al verse acusada de actuar como agente doble para Rusia. El filme, dirigido por Phillip Noyce, supone el reencuentro de ambos después de El coleccionista de huesos, hace ya más de diez años. Y Jolie, que heredó el papel después de que lo rechazase Tom Cruise, lo afronta con su estilo y ademanes habituales, que de todas formas se adaptan extraordinariamente bien a un largometraje de las características de Salt.
Noyce dirige el filme intentando privilegiar el suspense sobre la abundante acción -al menos, durante la primera mitad de la proyección-, y tratando de compensar las arbitrariedades e inverosimilitudes del guión de Kurt Wimmer, que acaba derivando demasiado pronto en una fórmula que mezcla elementos de la saga Bourne y el El fugitivo. La labor del realizador australiano -experto en el manejo del suspense: véase el thriller Calma total- es, de todas formas, casi brillante en los primeros compases de Salt, aquellos en los que logra hacer compatible la acción -filmada casi siempre con un estilo clásico y ejemplar- con conversaciones tan logradas como la que sucede en el interrogatorio de Salt a Orlov, que desencadena todos los acontecimientos.
Una lástima que el libreto de Wimmer no termine de equilibrar su frenética búsqueda de sorpresas con la violencia exacerbada y la relativa guasa de la reciente Un ciudadano ejemplar, también salida de su pluma. No obstante, el filme se reserva un par de sorpresas acerca de la verdadera naturaleza de su protagonista, la agente Evelyn Salt, aunque ello obligue a distorsionar el punto de vista de la película para que el espectador no logre averiguar si la protagonista es quien dice ser.
A pesar de su inverosimilitud, lo cierto es que el largometraje de Phillip Noyce es tan efectivo como improbable. Y a ello colaboran secundarios tan solventes como Liev Schreiber, que se toma el asunto con el conveniente sentido del humor, y escenas tan trepidantes como la primera huida de Salt de las instalaciones de la CIA, que culmina en una autopista.
Salt se estrena en cines de toda España el 20 de agosto.