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Juan Manuel González

'Carne de Neón': burdeles, Casas y Rock and Roll

Póster Carne de neón

Carne de Neón nos presenta de nuevo en un papel protagonista al televisivo Mario Casas, un joven actor coruñés que ha triunfado recientemente con las exitosísimas Fuga de cerebros y la incomible 3 metros sobre el cielo (ésta última la película más taquillera del cine español del pasado año) y que ahora mismo parece uno de los pocos seguros de taquilla del cine patrio.

La película que nos ocupa se basa en un corto filmado por el propio director Paco Cabezas en el año 2005, extendido ahora al formato de largometraje con una película que empieza como una de Guy Ritchie y continúa como una odisea quinqui de humor negro netamente ibérico, donde Cabezas demuestra un inusitado talento a la hora de mezclar humor salvaje, incorrección política y violencia atrevida con una puesta en escena simplemente espectacular.

No obstante, Cabezas comete en el último tramo el error de tratar de humanizar al macarra, chulo y proxeneta que interpreta con suficiente aplomo el ídolo juvenil Mario Casas, y con ello da al traste con parte de las numerosas e incorrectas virtudes de la cinta, que además se deleita demasiado con la violencia y cierto exhibicionismo gratuito. El relato pierde solidez y el carácter compacto y mala leche que prometía, confundiendo al espectador con cambios de registro un tanto melodramáticos.

Afortunadamente, y a pesar de presentar un tono a medio cocinar, en Carne de Neón la sangre no llega al río y podemos hablar de una más que suficiente película de gángsters españoles con un sentido del humor que, eso sí, no es apto para todos los públicos. Se trata de un relato oscuro -quizá demasiado- y picaresco, que no renuncia a aportar una sombría visión del quinqui cañí empaquetada con un ritmo trepidante. Quedamos contentos y a la espera de que Cabezas pula esas carencias y nos entregue un filme que haga justicia al talento que apunta.

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