Y finalmente la Academia se decantó por Pa Negre. La obra de Agustí Villaronga será la que vean los miembros de otra Academia, la de Hollywood, que decidirá si ésta entra en la terna final de nominadas a la mejor película de habla no inglesa. Una institución, la norteamericana, que no se representa por sus ansias de agitación cultural, algo de lo que al menos nunca ha fanfarroneado.
José Coronado y Verónica Echegui anunciaron la decisión de la Academia en un brevísimo acto en el que apenas leyeron los nombres de las preseleccionadas, y la elección final de la Academia. El auditorio, por cierto, debió quedarse tal y como estaba, y fue la actriz de Yo soy la Juani quien tuvo que instar el aplauso de los asistentes.
Pa Negre ganó nueve Goyas en la pasada ceremonia de los Goya, y se convierte así en la primera película rodada en catalán que opta al citado premio. Fuera queda La voz dormida de Benito Zambrano, ambientada también en la Guerra Civil, y que todavía no se ha estrenado en España. Fue recibida con mucha división en San Sebastián, aunque todo el mundo alabó la interpretación de María León, que se llevó la Concha de Plata a la mejor actriz.
Imaginamos también que Almodóvar, tras su regreso sorpresa a la Academia, quizá esté planteándose aquella decisión al no poder marchar con La piel que habito a Los Ángeles.
Sea como fuere, se trata de una decisión probable sobre una selección previsible. No hay quien mueva los criterios oficialistas, y los que cultivan otra clase de cine, como el Urbizu de No habrá paz para los malvados, son ninguneados en las esferas oficiales, como fue el caso de la película protagonizada por José Coronado en el recientemente clausurado festival de San Sebastián. Con ese panorama, poco importa la calidad de las películas, el espejo con el que se medirán fuera siempre será el mismo.
Menos mal que cineastas Juan Carlos Fresnadillo (a punto de estrenar Intruders), Rodrigo Cortés, Jaume Balagueró y otros muchos que me dejo –quizá bien valorados pero todavía al margen de esos grandes nombres- trabajan para ganarse al público con un material reconocible pero trabajado de forma estimulante, replanteándose ese equilibrio entre cine comercial y cine de autor y buscando el respaldo del público sin menoscabo de la calidad. Al margen del resultado final, al menos se trata de un cine capaz de abrir nuevas vías creativas a la vez que satisfacen esos nuevos parámetros de distribución y exhibición.
Entre las competidoras del resto de países están cintas como el documental 3D de Win Wenders, Pina, por Alemania, o la secuela del thriller Tropa de élite, dirigida al igual que aquélla por José Padilha, por Brasil. China ha elegido la cinta de Zhang Yimou protagonizada por Christian Bale, The Flowers of war; Rusia envía la secuela de la película que le diera el Óscar, Quemado por el sol -que vuelve a dirigir Nikita Mikhalkov-; Kaurismaki podría ir con Le Havre, al igual que Miss Bala por México; y la italiana Terraferma serán algunas de las posibles competidoras de Pa Negre si resulta elegida por los académicos.
Las dos grandes ganadoras de Berlín también quieren el Óscar, informa Efe. La iraní Nadir y Simin: una separación, de Asghar Farhadi, que se llevaba el Oso de Oro y los dos premios de interpretación a todo el reparto, representará a Irán, y El caballo de turín, la cinta en blanco y negro y casi sin diálogos de Béla Tarr, hará lo propio con Hungría.
La gala de los Oscar se celebrará el próximo 26 de febrero en Los Angeles.