No hubo sorpresas en el guión. Los Globos de Oro de este año afianzan a The Artist y Los descendientes como las principales opciones al Óscar a la mejor película, mientras desechan La piel que habito, de Almodóvar, y premian al Tintín de Spielberg como mejor película animada. Ricky Gervais, su presentador, prefirió moderarse y evitar polémicas como la del año pasado.
The Artist, que optaba a cinco premios en total, salió de la ceremonia con tres de ellos bajo el brazo, incluyendo el de mejor película musical o comedia, y el de mejor actor (Jean Dujardin). En el apartado de drama, Los descendientes logró dos galardones, el de mejor actor (George Clooney) y mejor película. No obstante, el premio al mejor director no fue para Michel Hazanavicius ni Alexander Payne, sino para Martin Scorsese por La invención de Hugo, que se estrenará en España el 24 de febrero.
Meryl Streep fue galardonada con el premio a la mejor actriz en una película dramática por su magnífica Margaret Thatcher de La Dama de Hierro, y Michelle Williams se impuso como mejor actriz en una cinta musical o de comedia por Mi semana con Marilyn. Y los actores de reparto Christopher Plummer, por Beginners, y Octavia Spencer, por Criadas y Señoras, también fueron honrados.
El que se fue de vacío fue el español Pedro Almodóvar, que vio como la cinta iraní Nader y Simin, una separación le arrebataba el premio a la mejor película extranjera a La piel que habito. La mejor película animada ha sido Las aventuras de Tintín, de Steven Spielberg, olvidado por la Asociación de la Prensa Extranjera por War Horse (Caballo de Batalla).
En el apartado televisivo las cosas estaban más reñidas. La sitcom de ABC Modern Family y Homeland, del canal Showtime, se hicieron con los premios a mejor comedia y mejor drama, respectivamente, situándose como ganadoras de la noche. Pero eso formaba parte de lo previsible, sobre todo en el caso de la primera, que apenas tenía competidores fuertes en su categoría.
Más sorprendentes fueron los premios a mejor actor y actriz, que recayeron en Kelsey Grammer por Boss y Laura Dern por Iluminada, de HBO. El primero se imponía a Damian Lewis y Steve Buscemi por Homeland y Boardwalk Empire de manera totalmente inesperada. Matt LeBlanc, el conocido Joey de la serie Friends, se llevó su primer Globo de Oro como actor cómico en Episodes. En el apartado de secundarios éstos fueron para Peter Dinklage por Juego de Tronos (el único premio para una de las favoritas) y Jessica Lange por la segunda serie revelación del año, American Horror Story. Idris Elba y Kate Winslet se llevaron sendos premios por las miniseries Luther y Mildred Pierce.
Downton Abbey, todo un fenómeno tanto en Reino Unido como en EEUU, se ha llevado el premio a la mejor miniserie. Era una de las favoritas de la noche y, al igual que Modern Family, llegaba con el aval de haber ganado los Emmy.
Por lo que respecta a Gervais, el cómico británico se moderó esta vez, y en su tercera gala como anfitrión se limitó a desacreditar a los propios Globos de Oro ("el mejor cómico presentando los segundos premios más importantes en la tercera cadena de norteameamérica. Perdón, la cuarta"; o "son a los Óscar lo que Kim Kardashian a Kate Middleton") y a burlarse de la tensión acumulada en la platea (comenzó su alocución con un “¿Nerviosos?”).
Gervais escogió como víctimas al inevitable Justin Bieber, aunque también arremetió contra el nivel de inglés de Antonio Banderas y Salma Hayek, la virginidad de Madonna, y el actor Eddie Murphy. En todos los casos los perjudicados se revelaron contra Gervais, cosa que tampoco pareció incomodar al cómico, más ocupado en darle algo de emoción a la gala.
No obstante, el gag más celebrado no fue suyo esta vez, sino del actor Seth Rogen, quien salió al escenario a entregar un premio con Kate Beckinsale. "Hola, soy Seth Rogen y en estos momentos estoy tratando de disimular una erección masiva", espetó el protagonista de Lío embarazoso.