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Rosa Belmonte

La voz baja de la mafia

¿Cómo pudo Loggia, un rubio siciliano, interpretar a Anuar el Sadat? Siendo actor.

¿Cómo pudo Loggia, un rubio siciliano, interpretar a Anuar el Sadat? Siendo actor.
Robert Loggia en El precio del poder | Archivo/Universal Pictures

Vito Corleone está inspirado en el capo Carlo Gambino, un tipo que hablaba pausadamente y en voz baja. El día que Coppola fue a ver a Brando, este se metió papel higiénico en la boca y creando la forma de hablar de Corleone empezó a decir "Es un bulldog. Parece malo pero en el fondo es muy cariñoso". La voz quebrada del personaje es de Frank Costello y la expresión, de Sam Giancana. Es verdad que el personaje principal de El Padrino puede parecer un cliché, pero en todo caso es el cliché original. Muchos años después, el actor Robert Loggia, que acaba de morir, participó en El honor de los Prizzi (1985). Ahí el capo era Bill Hickey, uno de los actores preferidos de John Huston. "¿Cómo quieres que lo haga?", preguntó Hickey a Huston sobre su papel. "Como un reptil", respondió el director. Y como un reptil que hablaba bajo lo hizo. En la película protagonizada por Jack Nicholson y Kathleen Turner, Loggia hacía de Eduardo Prizzi, el abogado de la familia. De origen siciliano, le dijo a Anjelica Huston lo siguiente: "Una de las principales razones para hablar bajo y torciendo la boca hacia un lado es que la gente no vea lo que dices; tanto en Brooklyn como en Sicilia, nadie tiene por qué enterarse de tus asuntos". Tuvo que venir Loggia para explicar esa forma de hablar estereotipada. Aunque luego parezca que lo que hacen los que han venido después es imitar a Brando.

Ahora nos tapamos la boca mientras hablamos por teléfono. Para no molestar en el tren. Y sin teléfono lo hacen los futbolistas en los banquillos. Para que no les lean los labios en las televisiones.

Robert Loggia (1930-2015) era uno de esos actores secundarios a los que todo el mundo conocía. Por Big. Anda que no hemos ido a tocar como paletos el piano de FAO Schwarz (aunque eso no le ha salvado del cierre, claro). Ese piano que tocaba con los pies y con Tom Hanks. Ahora que ha muerto se dice mucho que salió en la Scarface de Brian de Palma o en Al filo de la sospecha (esta se cita porque fue nominado como actor secundario). También estuvo en Carretera perdida de David Lynch. Al parecer fue una compensación por dejarle fuera de Terciopelo azul (que no es una película protagonizada por Soraya Sáenz de Santamaría). Era tan versátil que en Los casos de Rockford hizo tres personajes diferentes, igual que en las películas de La pantera rosa. Aunque lo más curioso de su carrera es la interpretación de Anuar el Sadat en Una mujer llamada Golda, la miniserie donde Ingrid Bergman era la primera ministra israelí (fue su último trabajo). "¿Cómo pueden pedirle a una sueca grandota, una sueca protestante, que interprete a Golda Meir?", preguntó Bergman cuando se lo propusieron. Siendo actriz, claro. ¿Y Loggia, un rubio siciliano, interpretar a Sadat? Siendo actor.

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