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Fischer contra Spassky, un tablero bajo el telón de acero

Edward Zwick dirige una cinta sobre el enfrentamiento entre los ajedrecistas en plena Guerra Fría, más que una partida.

Edward Zwick dirige una cinta sobre el enfrentamiento entre los ajedrecistas en plena Guerra Fría, más que una partida.

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Bobby Fischer. | Wikipedia

1972. El ajedrecista estadounidense Bobby Fischer se enfrenta al actual campeón, el ruso Boris Spassky, durante el Campeonato Mundial de Ajedrez de Reikiavik. Era más que una partida. Traspasaba los límites deportivos. Significaba acabar con la hegemonía soviética reinante en este deporte desde la Segunda Guerra Mundial e implicaba una victoria ideológica del capitalismo sobre el comunismo. El duelo, televisado, fue un acontecimiento mediático mundial. El primer juego empezó el 11 de julio de 1972 y el último el 31 de agosto, aunque fue aplazado tras 40 jugadas. Spassky se rindió por teléfono al día siguiente. Fischer ganó el match 12½–8½, convirtiéndose en un símbolo. Fue "la partida del siglo".

Este fin de semana se ha estrenado El caso Fischer, dirigida por Edward Zwick (Diamante de sangre) y protagonizada por Tobey Maguire y Liev Schreiber. No es la primera vez que se rueda un biopic sobre Fischer (Bobby Fischer Against the World, Pawn Sacrifice o En busca de Bobby Fischer), aunque Zwick se centra en la genialidad del norteamericano como jugador y pasa de puntillas por su inestabilidad mental. De hecho, el periodo que abarca la cinta no aborda los supuestos trastornos que posteriormente sufrió.

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'El caso Fischer'

El ajedrez, vehículo propagandístico

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Spassky. | Wikipedia

El enfrentamiento entre Fischer y Spassky trasladó por unos meses la Guerra Fría a un tablero. La URSS consideraba el ajedrez una disciplina de intelectuales y las victorias soviéticas eran, por lo tanto, el ejemplo más claro de la superioridad de su modelo político. El comunismo era el germen de una sociedad inteligente, era el sistema que debía imponerse. La URSS presumía de contar con cinco millones de ajedrecistas federados. El 80% de los mejores jugadores del mundo eran soviéticos.

Por eso, la inesperada derrota de Spassky ante un jugador estadounidense y autodidacta fue una bomba. El soviético fue acusado de haber perdido el honor nacional y tratado como un traidor por el Kremlin, emigró a París.

De mito a escoria

Fischer fue un genio precoz del tablero. A los 14 años, se proclamó campeón de Estados Unidos y con 15 era capaz de vencer 25 partidas simultáneas. A los 27 años, tras vencer a Spassky, fue el símbolo de la lucha contra el comunismo. Pero el éxito no dudaría por siempre. Tras esa victoria, Fischer desapareció de la escena ajedrecística durante más de dos décadas, hasta que en 1992 aceptó disputar en Montenegro la revancha contra Spassky. Cobró 3.35 millones de dólares y esto le trajo consigo que la justicia estadounidense le acusara de realizar una transacción comercial ilegal y emitiera una orden de arresto internacional.

Pasó una larga etapa como fugitivo hasta que, en julio de 2004, fue arrestado en el aeropuerto de Tokio cuando intentaba salir de Japón. En el país nipón fue encarcelado hasta que Islandia le dio refugio.

Fischer sufrió graves enfermedades mentales. Se declaró activista antisemita, negó el Holocausto e incluso definió los atentados del 11 de septiembre en Nueva York como  "una maravillosa noticia". 

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