Existe una razón para que el Lado Oscuro de la Fuerza utilice los sables de color rojo. Las películas nunca han explicado el porqué del color de las espadas láser de Darth Vader, Kylo Ren o Darth Maul. Pero la novela de Ahsoka Tano, protagonizada por la padawan de Anakin Skywalker en Las Guerras Clon, ha revelado el misterio.
Para explicarlo, hay que saber de qué están hechas las espadas láser: los cristales kyber, las gemas que eligen a los usuarios de la Fuerza y que se muestran a ellos según su voluntad. Pero el Lado Oscuro no experimenta la misma conexión con estos cristales procedentes del planeta helado Ilum. El único modo que tienen los sith de hacerse con estas preciadas gemas es matando al portador del sable láser o robándolas. El acto de doblegar los cristales kyber a su voluntad hace que el cristal sangre, metafóricamente, y tome ese color rojo.
Ese es el motivo por el que, en realidad, los Lord Sith no eligen el color de su sable láser, sino que al utilizar las gemas en contra de su naturaleza, hacen que cambien de su característico color verde o azul (e incluso morado) a un tono sangrante. Los Sith nunca podrán portar una espada láser azul o verde, porque al cometer actos deshonestos los cristales kyber actúan en contra de su voluntad.
Estas gemas son las que busca el Imperio en Jedha, el nuevo planeta que aparecerá en la próxima película de la saga, Rogue One: Una historia de Star Wars. Allí estarían los cristales kyber que el Imperio necesita para construir la Estrella de la Muerte, las mismas piedras que se utilizan para construir los sables láser y que son de vital importancia para los Jedi.