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Rosa Belmonte

‘Thriller’ (De entre los muertos)

El director John Landis ha presentado en Venecia una versión de Thriller, de Michael Jackson, en 3D. Y no ha gustado demasiado.

El director John Landis ha presentado en Venecia una versión de Thriller, de Michael Jackson, en 3D. Y no ha gustado demasiado.
Thriller, de Michael Jackson | Archivo

John Landis está vivo y Michael Jackson, muerto. Por eso John Landis hace lo que quiere, como presentar en el Festival de Venecia una versión de Thriller (1983) en 3-D. Y parece que no ha gustado mucho. Demonios, estamos en 2017. Claro que en pantalla grande es mejor que en pantalla pequeña, pero tampoco había una necesidad de ver Thriller en el cine y con las gafotas. A veces se retoman series, películas o lo que sea y merece la pena (el caso de Poldark). A veces, no. Ahora dan mucho miedo las nuevas versiones de Los Monster y Starsky y Hutch (esta da menos miedo, al fin y al cabo les puede salir una cosa entretenida como Hawai 5.0, que a ver quién se atreve con la vieja).

Michael Jackson llamó a Landis para que hiciera el video de Thriller porque había visto Un hombre lobo americano en Londres (en 1991 harían el de Black or White). Con Thriller consiguieron un artefacto que haría historia en la cultura popular. Fue el primer vídeo en ser incluido en la sección de películas de la Biblioteca del Congreso. En Gran Bretaña ya se rodaban vídeos musicales con artistas estadounidenses (Private Dancer de Tina Turner y I wanna dance with somebody de Whitney Houston). Pero cuando los americanos se pusieron serios, la industria se encarriló. Los 70 habían sido los de la música disco. Los 80 serían los de los videoclips (aunque en los 90, Spike Jonze, admirador de Jackson, también creara Sabotage de los Beastie Boys y Praise You de Fatboy Slim). Thriller fue grande hasta cuando se estaba haciendo. Marlon Brando, Rock Hudson y Jackie Kennedy estuvieron en el rodaje. Luego revolucionaría la producción de vídeos musicales, convertiría a la MTV en lo que es (o en lo que fue) y supondría el despegue de los ‘making of’ porque fue la manera en que consiguieron financiarlo, vendiendo el documental. La MTV puso 250.000 dólares y Showtime, 300.000. Costó 900.000 (Michael Jackson también pagó). Los VHS se vendieron a 29,95, generando casi diez millones de dólares. El disco vendió 65 millones de copias. Y la cazadora roja que llevaba Jackson, obra de la mujer de Landis, la compró en una subasta un millonario texano por 1,8 millones de dólares.

Thriller fue una bendición pero también una maldición para Michael Jackson. En el número de septiembre de Vogue, Oprah Winfrey dice que tuvo una revelación con su propia vida, con su éxito pasado, leyendo sobre el cantante. Cuenta que en un hotel pilló un ejemplar de Vanity Fair donde había un reportaje dedicado a Jackson. Y que un amigo decía: "Su problema número uno es que nunca se dio cuenta de que Thriller había sido un fenómeno. Y pasó el resto de su vida tratando de perseguirlo". Así que cuando Bad vendió sólo 20 millones de álbumes tuvo una gran decepción porque no era Thriller. Eso sí es una decepción. Lo de los espectadores en Venecia, sólo una mata que no ha echado. Una mata que el vivo Landis ni tendría que haber plantado.

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