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El fenómeno miserable

Los Miserables, la adaptación cinematográfica del musical más conocido, ha comenzado su carrera comercial con muy buen pie. Empatada en cifras con Django desencadenado, pero exhibida en menos cines y con un presupuesto superior por muy poco a los 50 millones, la adaptación basado, a su vez, en la obra imperecedera de Victor Hugo va camino de convertirse en uno de los grandes hits de la temporada, aunque eso sí, sin llegar a batir en EEUU al fenómeno de El Hobbit (que pese a recaudar menos que la trilogía del anillo permanece en el número uno, con una cifra de más de 700 millones en todo el globo: si esto es fracasar, yo me apunto a ello).

Con casi 67 millones de dólares en EEUU desde su estreno, el pasado día de Navidad, y otros 48 en apenas un puñado de territorios internacionales, entre ellos España, Los Miserables suma hasta ahora una cifra excelente (aunque tampoco sorprendente) de 115 millones de dólares a nivel mundial. Al ritmo que va, en España la película protagonizada por unos excelentes Hugh Jackman y Anne Hathaway podría acabar con diez hermosos millones en la caja fuerte, y unos 200 en Estados Unidos, todo ello sin haber sido estrenada en la mayoría de mercados.

No obstante, las mejores noticias para Los Miserables pueden estar aún por llegar. El triunfo de la película de Tom Hooper, con su atractiva pátina de obra “importante” y premiable, podría alargarse hasta próximo mes de febrero en caso de obtener un buen número de nominaciones a los Oscar este mismo viernes, y además significar la primera gran advertencia para el desembarco de toda una serie de adaptaciones de musicales de prestigio, procedentes de Broadway o fuera de él, y más todavía después de ese primera aviso que fue el prodigioso éxito internacional de la más jovial e inferior Mamma Mia!... película que hace cuatro años le reportó a Universal, el mismo estudio de Los Miserables, más de 600 millones de recaudación total sólo en taquilla.

La cinta de Hooper se sobrepone así a la fama de gafe en taquilla de otros recientes musicales más o menos afamados ganándose la atención de todo tipo de público, aunque especialmente el maduro y femenino. Pese a que Chicago acabó su recorrido con 170 millones sólo en EEUU, y Hairspray incluso superó esa cifra, los siguientes intentos (Rock of ages con 39 millones; Nine amasando apenas 19; Burlesque con 40; Sweeney Todd y El fantasma de la ópera con unos 50...) no consiguieron en ningún el favor del público. Lo cierto es que una vez vista la irregular película de Hooper, los datos tampoco ofenden.

El realizador de The Damned United utiliza una cámara nerviosa, casi como una “mosca cojonera”, para acercarse al drama de sus protagonistas, respetando a la vez todos los códigos teatrales y lugares comunes del musical (obtenido de la obra original de Victor Hugo) y aportando tanto dinamismo visual como, en ocasiones, confusión. Bien es cierto que el sólido artesano Hooper es consecuente con sus propias decisiones: el realizador sostiene el primer plano todo el tiempo necesario cuando es menester, logrando en ocasiones resultados óptimos (como en el caso de Anne Hathaway y I dreamed a dream, sin duda uno de los momentos álgidos del cine de 2012) aunque en otras ahogando las posibilidades visuales de la fábula y su excelente diseño de producción y vestuario (obra, por cierto, de un español), a lo que no ayuda un guión quizá demasiado apegado a la obra teatral y no tanto a la novela.

En todo caso, y aquí no les descubro nada, si Los Miserables alcanza momentos de verdadero prodigio, absolutamente épicos y conmovedores, es gracias a la monumental creación musical de Claude-Michel Schönberg, Alain Boublil y Jean-Marc Natel, repleta de momentos íntimos y épicos, y por supuesto por su reparto al completo. Una mención especial es la que se merece la citada Anne Hathaway, soberbia en todas sus intervenciones; un Hugh Jackman que vuelve a demostrar una versatilidad e intensidad fuera de toda duda, y ojo, una formidable Samantha Barks como Éponine, cuyo número en solitario On my own es otro de los numerosos apogeos de la película.

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comentarios
1 Delis, día

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2 josmaraj, día

El post anterior claramente es un spam. No sé qué hacen que todavía no lo han eliminado

3 BenGrimm, día

¿Ya han llegado aqui los spameros que pululan por otros sitios? Esto es signo de que este blog empieza a ser importante ;) En otro orden de cosas, si el infumable musical, que ahora han convertido en película sirve para que algunas personas se compren el libro y conozcan de que trata verdaderamente "Los Miserables", al menos la película habrá servido para algo mas que para que las productoras ganen dinero. Yo no pienso verla.

4 Profeseu, día

Me pusieron por las nubes este tostonazo y piqué como un pardillo. Lástima de tiempo y dinero que perdí viendo esta superficial anglosajonada, más digna de Disney (y que me perdone la factoría) que de Víctor Hugo. Esta gente del "musical" lleva cuarenta años o más exprimiendo la misma ubre exhausta y la gente les sigue comprando (y eso sin sumar a los que caemos como chinos). Ahora bien, puedo perdonarles las cancioncillas banales con pretensión de románticas, pero no el que a buenas horas se den el pisto de vanguardistas, y esté uno todavía mareado del absurdo baile de San Vito de las cámaras. Eso no.

5 mrsambo, día

Magnífico el detalle que señalas sobre el primer plano tan utilizado, sus pros y contras. Totalmente de acuerdo.

6 Juanmagh, día

Muchas a gracias por el masaje, esperemos que sea duradero... A mí no me pareció un tostón, pero combina grandísimos momentos que realmente me conmovieron, con una serie de decisiones artísticas a nivel de guión y dirección que podría ser apasionante discutir. Algunas son arriesgadas, punto a favor. Otras no tanto. Lo que decanta la balanza hacia el sí, como digo, son los actores: Hugh Jackman es lo más cercano a un Dios en la tierra, así de simple. Y Russell Crowe me convenció a través de su actuación, aunque obviamente nunca compraría un disco suyo.

7 z666, día

Hugh Jackman es un dios en la tierra?? me tienes preocupado, JuanManolo.

8 parmenid, día

Tostón Victor Hugo? Quién opine afirmativamente es una demostración viva de la decadente e inculta sociedad a que nos ha abocado el socialismo zapateril. La pelicula podrá gustar más o menos, pero lo evidente es que en modo alguno la historia de V.H. puede ser tildada de tostón o rollo. Incluso diría más; desde el punto de vista sociológico, humano es algo más que una obra maestra. Y añado: los actores están espléndidos acompañando una banda sonora maravillosa.

9 Profeseu, día

¿Pretende convencer a alguien de que unas cancioncillas pegadizas, pero inacables e insulsas, una cámara mal sostenida tal vez por un "derviche tourneur" y una puesta en escena propia del género chico resumen la esencia de la novela de Victor Hugo, señor "parmenid"?

10 Profeseu, día

"inacabables", quise decir.

11 Morgoth, día

Fui a verla obligado por mi novia, que tiene más o menos la misma opinión de Hugh que el autor del blog...) Coñazo infumable. La primera hora y media de la película no pasa absolutamente nada, va todo lentísimo, en una presentación de personajes alargada hasta la extenuación. Después...una resolución un tanto aturullada de situaciones y se acabó.