'Encontrarás dragones': ‘La Mision’ de Escrivá de Balaguer
Encontrarás dragones retrata la figura del padre Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, en una costosa coproducción hispano norteamericana que se inscribe en la línea de dramas épicos dirigidos por el propio realizador londinense, como fueron las galardonadas Los gritos del Silencio y La Misión.
Un periodista inglés (interpretado por Dougray Scott) descubre una oculta conexión entre su moribundo padre Manolo Torres (Wes Bentley) y el santo Escrivá de Balaguer (un enérgico Charlie Cox). A partir de ahí Joffé nos lleva al pasado, al comienzo de la Guerra Civil española, cuando Manolo y Josemaria eran amigos de la infancia. Totalmente complementarios, su amistad quedó truncada por la Guerra, en la que cada uno eligió bandos diferentes y, sobre todo, trayectorias vitales opuestas.
Una de las mayores alabanzas a la película de Joffé es que vence a los pocos minutos todo recelo por la naturaleza de su temática. Joffé, con su recordada La Misión como modelo, ha confeccionado un drama bélico que rehúye polémicas y busca ante todo conmover y entretener.
En Encontrarás dragones el drama nunca es lacrimógeno y la acción está filmada con pulcritud y energía. Joffé halla la densidad adecuada entre ambos en un relato ágil, bien interpretado y que no carga las tintas en molestar al espectador con proclamas ideológicas, y en el que el realizador saca tiempo para mostrar detalles curiosos, característicos y emotivos que retratan bien a los personajes. Secuencias como el destino final del personaje de Olga Kurylenko, o los acontecimientos que ocurren en la Iglesia abandonada (en los que la actriz Lily Cole, con su peculiar belleza, hace acto de presencia) muestran su habilidad para salir airoso en algunos instantes complicados, simplistas o algo ridículos sin perder el control de la acción.
El realizador se vale de su condición de foráneo para aplicar neutralidad sobre el conflicto bélico sin desnaturalizar el aspecto político de la historia. Encontrarás dragones simplifica pero jamás ridiculiza. Sabedor de que la historia necesitaba un villano, Joffé triunfa confeccionando uno a la altura de las circunstancias, al que aplica una mirada compasiva y humanista, por mucho que esté interpretado por el eternamente circunspecto Wes Bentley. Y finalmente y siguiendo los mimbres de la película que protagonizaron Robert De Niro y Jeremy Irons, contrapone su fanatismo con la figura del padre Escrivá de Balaguer, al que retrata de forma exitosa como un joven enérgico, independiente y respetuoso que trata de sobrevivir en la contienda.
A pesar de ciertos problemas con el narrador durante los primeros minutos del filme -que son arrastrados durante parte de la película-, de ciertas omisiones y alguna que otra secuencia para olvidar -por no hablar de su errónea recurrencia al maquillaje en uno de los personajes principales-, Joffé mantiene al público interesado por lo que pasa en pantalla durante dos horas, sea éste agnóstico o religioso, español o extranjero.
Joffé me parece un realizador demasiado serio, circunspecto, aborda sus películas como si el humor no existiera, como si utilizarlo quitara importancia a su criatura. Me recuerda al venerable Jorge de "El nombre de la rosa", aunque en "La Misión" lograra algo prácticamente imposible: que de Niro estuviera contenido. Que un extranjero aborde el tema de la Guerra Civil (¡bufff!) no significa que lo haga de forma más imparcial que un "nativo", al contrario, la historia del cine está llena de "acercamientos" al tema tendenciosos y soporíferos...La Internacional nunca duerme, aunque Joffé haga de poli bueno, esto es, seguirá pensando que eres culpable pero no te partirá la cara, conseguirá más de forma más sibilina. Me gustaría ver una película sobre el tema en la que Franco fuera un héroe, a lo Stewart, y los rojos unos malnacidos, a lo Marvin. El papel de Millán Astray sería el de Wayne. Pero me parece que va a ser que no. ¿El beato Josemaría?...no le hace falta, es santo y su Obra sigue floreciendo en una eterna primavera. Normal, las lágrimas de cocodrilo son el mejor agua para que míster money crezca fuerte y sano. Puede que sea una película visible, pero no espero nada extraordinario. http://elblogdekufisto.blogspot.com/2011/03/el-hombre-de-las-piernas-muertas.html Y el título me recuerda al de "Tu rostro mañana" del quinto beatle de las letras hispánicas. Cosa que no es ningún cumplido. Saludos Juanma.
Ya se sabe que el cine es fantasía.
Y la vida también era fantasía hasta que empezaron a pasarla estilo documental y cámara al hombro. ¿Hoffman o McQueen? http://elblogdekufisto.blogspot.com/2011/03/tu-nombre-es-papillon.html
El único consuelo que veo en estas películas es que por lo menos vemos algo en el cine de nuestra historia. Ya que el cine español no hace nada por ella y si la hace es para vomitar, si la hace un extranjero y tiene medios, merece la pena ir a verla aunque tenga los tópicos de siempre.
A ver,antes que nada: ¿Los rojos son los buenos? ¿Los malos y asesinos son los fascistas? Porque si es otra de lo mismo, a mi que no me esperen, aunque sea norteamericanahispana.
Me ha parecido una gran película épica como, por ejemplo, cintas como Doctor Zivagho. Pero además de relatarnos una sobrecogedora narración nos plantea al mismo tiempo cuestiones "monumentales" como el sentido del peor sufrimiento humano para un creyente de un Dios/Vida que debe Amar, cómo existe el amor en una época de guerra tan salvaje, cómo sobrevive el bien en una guerra que "predica" el mal, y cómo los personajes se mueven "perdidos y desamparados" en una situaciones tan terribles entre el idealismo heroico y el egoísmo asesino pragmático, ,... y todo ello mezclado con una narración trepidante y con escenas tan profundas que te dejan, literalmente, sin respiración por el impacto emocional e intelectual. Además históricamente también es impecable el tratamiento de nuestra guerra civil: no hay buenos y malos en el odio fraternal de rojos y fachas, sólo hay personas que odian y personas que aman, sólo hay combatientes y pacíficos... da igual en el lado en el que les tocó estar en la guerra... El bien no combate al mal como tópicamente ocurre siempre en todas las películas sino que lo supera sin luchar... Es una película diferente...
A mí me ha gustado la película. Que del guión y de la dirección sobre un santo de la Iglesia Católica se haya encargado un judío inglés de origen francés, y que se confiesa "de izquierdas", ya dice mucho. No es otro bodrio progre sobre nuestra Guerra Civil, con los socialistas bolcheviques de Largo Caballero, los comunistas de Dolores Ibarruri/José Díaz y los siempre asilvestardos anarquistas supuestamente defendiendo "la democracia" --absurdo que recuerda hoy Moa en su hilo--, y con los militares de Tierra y la Iglesia defendiendo la "España negra" de los terratenientes privilegiados y del capitalismo financiero, tiránico y explotador. Me encuentro con una historia interesante, bien contada, bien interpretada y excelentemente ambientada, en el marco de una Guerra Civil, la nuestra, donde cada uno fue fiel representante, en términos generales, del proyecto que, mascaradas y propagandas aparte, nunca ocultó que pretendía implantar. Como le dice un coronel del Ejército a Manolo, hijo de empresario, amigo de la infancia de Escrivá de Balaguer y coprotagonista de la película poco antes del Golpe del 18 de Julio: = "¿Podemos permitir un proceso revolucionario en que los socialistas quieren convertir a España en una dictadura del proletariado y los comunistas de Stalin en un país soviético?" (o algo parecido) Que Joffé, judío, extranjero, "de izquierdas" y autor genuino del guión (según la Justicia americana) haya podido escribir esa frase, que se pronuncia al principio de la película, es evidencia de un elemental sentido común, viendo el pelaje de los protagonistas históricos de la Guerra, y una garantía de que no va a aceptar los clichés al uso. Si Joffé ya hizo "Los gritos del silencio" sobre la barbarie comunista (de Pol Pot en este caso) y rindió tributo en "La Misión" a la obra de los jesuítas en "Las reducciones del Paraguay, la garantía previa aumenta. El economista Roberto Centeno recomienda verla. César Vidal espera a verla.