'Las Crónicas de Narnia: la travesía del viajero del alba': Harry Potter apesta, ésta no
Pese a los buenos resultados de las entregas precedentes, la saga basada en los cuentos de C.S. Lewis ha corrido serio peligro para continuar. Los dólares amasados por El Príncipe Caspian fueron inferiores a los de la primera película, El León, la Bruja y el Armario, lo que llevó a la casa del ratón a abandonar la serie y a la productora Walden Media a buscar el amparo de una nueva major, que acabó siendo la Fox.
Ahora, y a la espera de los resultados económicos, La Travesía del Viajero del Alba nos llega bajo la batuta del artesano Michael Apted (Gorilas en la niebla) después de la retirada de Andrew Adamson, director de las entregas previas. Y la verdad, su labor puede calificarse como de lo más correcta, convirtiendo la secuela en una eficiente cinta de aventuras fantásticas apta para toda la familia. De hecho, el director de El Mundo nunca es suficiente ha reducido notablemente el número de batallas y peleas de anteriores entregas, haciendo de la película una odisea convencional, pero también más atada a los patrones de la aventura más clásica y la fantasía más pura, a la vez que maneja con notable coherencia el interesante, entrañable y respetuoso contenido alegórico y religioso que C.S. Lewis imprimió a los relatos originales.
De ese modo, La Travesía del Viajero del Alba resulta una aventura infantil mucho menos indecisa que Harry Potter y las Reliquias de la Muerte. Parte I, cinta que sigue, incomprensiblemente, recaudando millones en todo el mundo. A diferencia de ésta, la cinta de Apted no sólo es autoconclusiva, sino que, sin presumir de ello, guarda la continuidad con las películas precedentes mucho mejor que la última aventura del mago británico. El tono que Apted le imprime a las aventuras de los Pevensie, además, es también mucho más dicharachero y menos impostadamente oscuro que en aquella, lo que la convierte en un espectáculo menos artificial y más ágil.
Todo ello pese a cierta carencia de vida durante su primera mitad, en la que algunas indefiniciones en la trama y los personajes causan esa terrible sensación de estancamiento de la que hace gala la saga de Harry Potter. La habitual discreción de Apted redunda en cierta falta de emoción, pero a la vez permite que todos los elementos de la fábula queden plasmados en pantalla con claridad y eficacia. Para demostrarlo quedan momentos excelentes y perturbadores como la que envuelve a Lucy, la excelente Georgie Henley, y un espejo (que deriva en la primera aparición del león Aslan, con la voz de Liam Neeson en su versión original), o el desenlace en el que hace aparición una temible criatura acuática y que conduce a los Pevensie directamente al cierre de la aventura. Los pasajes finales de la misma, con la despedida final de algunos de los personajes habituales de las tres películas, ya conmueve más que toda la serie del joven mago al completo.
El inaudito auge de las películas de animación o de estas otras cuyos personajes ¿humanos? lo son tanto como el lucero del alba, no hacen sino corroborar la idea de que vivimos en un mundo infantiloide que se niega a crecer y a madurar. Brujas, brujos, bichos que hablan, leones democrata-cristianos y serpientes oenegeras. Todo vale con tal de no abrir los ojos a la verdad. Que nos hacemos mayores y la muerte te espera a la vuelta de cualquier esquina. Una historia verdadera (con la venia de Lynch y su inolvidable PELÍCULA): http://elblogdekufisto.blogspot.com/2010/05/mis-bichos-la-lluvia-y-yo.html
Buenas!. Disiento de usted amablemente, Clavius. Creo que la fantasía es vital para interpretar la realidad y aprender a pensar libremente. Tanto las mentes infantiles como las adultas. El grado de madurez de la persona tiene menos que ver con ello de lo que pensamos. Otra cosa son las películas de fantasía que se hagan, que es otro cantar y otro tema. Buena película la de Lynch, cineasta bastante dado a las pajas mentales, si me permite la expresión... Saludetes.
Hombre, aludir a la supuesta inmadurez de la obra de C.S. Lewis con respecto a temas como la muerte es particularmente desafortunado. No ya por obras más adultas y de temática religiosa, sino también por su obra para niños. ¡La misma saga Narnia, en su última entrega, termina con la muerte de todos los personajes, el fin de aquel mundo y un Juicio Final en toda regla en el que los personajes rinden cuentas ante el Todopoderoso! ¿Eso es dar la espalda al tema de la muerte?
Caramba Mienmano, me ha deshuesado usted el final... No creo que se atrevan a plasmarlo así en las películas. Me dan ganas de leer ese último volumen.
Hola, siempre he pensando que Lynch puso su firma de director en "Una Historia Verdadera", por el estilo suave, cronológico y sentimental de la película... definitivamente la rodó alguna otro director (oculto) :) JM y lectores, ¿qué os pareció "Cabeza Borradora"?. Tras años de habera visto, aún ando en proceso de digestión de ésta :S
#Juanmagh, De Narnia vale la pena leerlos todos, preferentemente en el orden en el que fueron escritos, y no en el orden "de cronología interna" que ahora se suele recomendar. El volumen en concreto al que me refiero se llama "La última batalla".
La película cumple con lo que promete, aunque me parece algo menos entretenida que las anteriores.
Está claro que casi nunca una película llegará a alcanzar el nivel de un libro en el que esté basada. Sin embargo la saga de Narnia tiene tanta fantasía, tanto fondo, tanto que enseñar que con poquitos elementos que se tomen de la lectura y una factura medianamente aceptable obtendremos una maravilla como "el león, la bruja y el armario" con una Georgie Henley maravillosamente infantil y entrañable; jamás he visto a un niño v i v i r, que no interpretar un papel como lo hizo la deliciosa Lucy Pevensie. Una pena se hayan separado tanto en el tiempo las grabaciones de estas tres películas; "en la travesía..." Lucy no es una niña sino una adolescente crecidita y ha perdido realmente gran parte del encanto infantil que aportaba al film. De todas formas, esta última también es una buena película, nos muestra miedos e inseguridades de los personajes y muestra un esperanzador mensaje final que a algunos les dará sarpullido, pero a quien tenga corazón y un poco de cerebro le dejará emocionado. Pese a que los Pevensie no volverán a Narnia por haberse hecho mayores salvo en el terrible día en que todos, salvo Susan, regresen en "la última batalla".