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Malas pero divertidas

Malas pero divertidas (Editorial Raima, 19,95 euros) es una reivindicación del cine basura, o al menos, ese cine más imposible que otra cosa que normalmente es abandonado en aras de la sobrevalorada corrección. Al menos, esa es la tesis que defienden a capa y espada sus autores, que el cine malo de verdad es "aquel que provoca modorra, el que no levanta ningún tipo de pasión, mala o buena". ¿Ausencia de talento o de presupuesto? ¿descaro?¿las tres cosas? El caso es que el libro escrito a seis manos por Naxo Fiol, Arantz Juanes y Víctor Olid, y publicado en la colección cine x cine, coge de frente ese cine de desnudos gratuitos, violencia desaforada y xerocopia chusca de originales de éxito para, simplemente, gozar de una indigerible sesión (doble, triple) de placer culpable (¿puede ser culpable el placer?).

Los tres autores, blogueros y cortometrajistas, distinguen diversos grados de responsabilidad a lo largo del texto y añaden divertidos subtítulos a cada comentario. Malas y peligrosas; Malas que intentaron dar miedo; Malas con pedigrí; Malas pero exóticas, Malas y disparatadas y Malas y de castigo. Entre todas ellas suman un recorrido por todos los subgéneros de serie Z a lo largo de las últimas décadas: desde las sesiones dobles de los setenta hasta los productos directos a videoclub de las posteriores. Y por supuesto, los sucedáneos o rip-offs italianos de grandes éxitos norteamericanos. Errar es humano, dicen en su prólogo, o al menos un acto que implica sinceridad.

¿Sabían que el italiano Enzo Castellari facturó un falso Tiburón 3 años antes que la Universal (y que en España logró, por cierto, recaudar más dinero que el título "oficial" gracias a las argucias del avispado José Frade?. Otros avispados productores todavía tendrían la valentía de rehacer ciertas escenas y volverla a estrenar con otro título, Cruel Jaws. Eran los tiempos de rip-offs perpetradas entre Italia y España.

Y sin salirnos del género de copias y monstruos marinos: ¿no conocen a la productora Asylum, responsable de Megashark vs. Giant Octopus (una verdadera sensación en Internet gracias a momentos como el de un escualo derribando un avión de pasajeros)? La productora es la actual reina de los remedos de éxitos hollywoodienses. Por cierto, el director de ésta última, Jack Pérez, es el responsable de escribir desde Los Ángeles un buen prólogo para el libro en el que explica las vicisitudes del rodaje, que tuvo que afrontar en apenas 12 días y con 200.000 dólares de presupuesto, y sus diatribas con los productores.

Si han llegado hasta aquí, quizá quieran afrontar algún día el visionado de Veredicto implacable, la única película de la que reniega su autor Mariano Ozores, y en la que unos ninjas reparten justicia por las calles de Madrid. Concebida como vehículo para el karateka José Manuel Egea, por ella se pasea también Jesús Puente (¿convencidos ya?). Si les van las perlas extranjeras, quizá prefieran profundizar en los notorios desajustes de carátulas épicas de bárbaros musculosos y heroínas curvilíneas y el desangelado producto final (la saga Deathstalker, a lo Conan). O tuvieran que encajarse entre pecho y espalda patrocinios imposibles: ahí está Mi amigo Mac, un remedo de E.T. que parecía patrocinado por McDonalds y Coca Cola. El libro no se olvida de reservar cierto lugar a Jess Franco, Paul Naschy y otros gurús del cine de culto cutre.

En el volumen se abordan comentarios de un centenar de títulos. Muchos títulos se han quedado, sin embargo, en el tintero. Tal y como se reconoce en la lista que cierra el manejable libro, el corpus del alemán Uwe Böll, los hermanos Calatrava y "joyas" con más lustre comercial como Nadie conoce a Nadie se han dejado para una próxima ocasión. Aunque falte profundidad y documentación gráfica, el lenguaje utilizado es ligero y accesible, ideal para iniciarse en el mundo de la serie Z, azuzar nuestra curiosidad y recordar veranos de Nocilla y ocio. O quizá simplemente sea satisfacer sus más bajos instintos. Bien por ustedes...

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comentarios
1 mrsambo, día

Mi amigo Mac jajaja, conozco quien la prefiere a E.T.Anda despistado claro jajaja. EL ESCRITOR (2010) de Roman Polanski. http://cinemelodic.blogspot.com/2011/11/el-escritor-2010.html

2 Erbilyos, día

Lo malo de catalogar a ciertas producciones cutres como "cine de culto" es que hay mucha gente que pica y luego pasa lo que pasa, que se llevan una decepción. Es lo que me pasó a mí con alguna película de Jacinto Molina, alias "Paul Naschy". La escena del megalodón volador merece figurar en una antología. Es una de las sensaciones del YouTube. Con respecto a Jesús Franco, a ver si alguien me aclara en qué año nació ese hombre, porque la fecha oficial que aparece en diversas fuentes, como la Wikipedia, no me la creo. En 1936, dicen. Parece veinte años más viejo, por lo menos.