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'También la lluvia': ¿cine social o entretenimiento efectivo?

También la lluvia sigue los pasos de un equipo cinematográfico dispuesto a rodar una película en Bolivia sobre la conquista española de América, dando fe de los brutales abusos que sufrieron los indígenas durante la misma. Al mismo tiempo y mientras se desarrolla el rodaje, se gesta una revolución en las calles bolivianas debido a la política del agua de las autoridades, que no dudan en aplicar unos precios inaccesibles para los campesinos. Finalmente, el propio equipo de producción del filme aplica la misma filosofía que los conquistadores sobre los extras indígenas que colaboran en la película. La situación deriva en un polvorín a punto de estallar, en la que los protagonistas van a tener que elegir en qué bando están.

También la lluvia encara un argumento bastante complejo, hasta el punto que en ella conviven varias películas que en ocasiones mezclan bien y en otras no tanto. Por un lado late un sincero y comprometido corazón de cinta concienciada que aborda las mutaciones de la colonización a lo largo de la reciente historia de Latinoamérica de una forma inesperadamente amena; y por otro, una nueva muestra metalingüística de cine dentro del cine. Finalmente, Bollaín y el guionista Paul Laverty hacen frente en los compases finales a una cinta de acción en tanto los protagonistas se ven involucrados en la insurrección callejera e incluso un tenso rescate. Mientras que la primera proposición mantiene bien el tipo a lo largo de todo el metraje, la segunda peca de demasiada ingenuidad, y la tercera adolece de cierta precipitación y timidez pese a hacer gala de una extraordinaria tensión.

Además, y pese a sus buenas intenciones y su excelente puesta en escena, la película de Bollaín deja descolgados demasiados personajes a lo largo de su metraje, a pesar de la buena labor de secundarios como Karra Elejalde, que proporciona instantes de humor cínico ciertamente afortunados. Pero incluso protagonistas como Gael García Bernal ceden ante el devenir aplastante de la historia, y sólo el enorme carisma de Luis Tosar, que acomete su personaje con su habitual seguridad, consigue paliar en parte las carencias del guión en el tercio final de la cinta (incluso en los momentos en los que toma una decisión trascendental no del todo bien anticipada en la película).

No obstante y por encima de todo esto, lo importante es la buena labor de Iciar Bollaín, que reserva imágenes y momentos de impacto que ilustran muy bien el trasfondo social de la historia, sin que la tesis social detenga la narración y sin perder un ápice de contenido. El potente y dinámico aspecto visual de También la lluvia –atención a esa imagen del helicóptero portando una cruz- consigue allanar mucho las irregularidades de una película poliédrica y compleja, pero que parece partida en dos.

No obstante, y respondiendo a la pregunta del titular, la cinta de Bollaín, que ya está en cines, supera la prueba del algodón.

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comentarios
1 clavius, día

"También la lluvia"...el título me ha recordado "Tu rostro mañana" la infumable polimasturbación de Marías. Esperemos que la peli lo mejore un tanto, no será demasiado complicado. Nuestro futuro se encuentra en la basura: http://elblogdekufisto.blogspot.com/2011/01/el-monotema.html Pero estaremos la mar de san@s.

2 doneloys, día

Pues no pienso ir a verla por mucho que supere la prueba del algodón, estoy "mu quemao" con esta gente..., conmigo han "terminao p'a siempre"

3 Montsean, día

La eterna historia del cine español progre: qué malos eran los conquistadores españoles que masacraron a los indiecitos buenos y pacíficos. Que se gasten los bolivianos el dinero en verla. Yo ya gasté el mío en subvencionarla, bien a mi pesar.

4 chu4che, día

bastante de acuerdo con la crítica. el final me parece muy precipitado,mal resuelto y falto de fuerza. El resto de la película es interesante,bien contada y con buenas escenas. Un 6,539

5 pagey, día

Paso de los de la ZEJA,ire a ver una de los americanos.

6 jalepata, día

¡Ah, sí!... es muy bello el mito del buen salvaje (http://blogs.libertaddigital.com/jalepata/index-2010-10-18.php) que vivía feliz con su tribu en perfecta comunión con la Naturaleza, hasta que llegaron unos hombres desalmados a lomos de unos extraños animales de cuatro patas, les quitaron esa manía que tenían ¿verdad? de arrancar de cuajo el corazón aún palpitante de sus semejantes, y luego los masacraron con sus espadas, forjadas en las fraguas de la imperial Toledo, no sin antes bendecirlos con sus cruces y sus Biblias. Por cierto que este es otro mito que forma parte de esa Leyenda Negra de España que se complace en borrar todo lo bueno que aportamos a ese continente, porque si bien es cierto (y esto fueron hechos, no mitos) que se mataron a miles de indígenas, no menos cierto es que los españoles, a diferencia de otros pueblos conquistadores (cf. la teoría de los Imperios de Gustavo Bueno), se unieron, racialmente, con los conquistados. Y por supuesto que las tropelías y abusos continuaron y fueron innumerables, porque los denominados por Bueno imperios generadores (como lo eran el español o el romano) tuvieron aspectos propios de los imperios depredadores (como lo fueron en cambio el inglés o el holandés). No se debe minimizar esto. ¡Pero vamos a estar toda la vida pidiéndoles perdón!... ¿No tendrían que hacer entonces lo propio con nosotros los descendientes de los antiguos romanos? Si Zapatero quiere resarcir a los descendientes de los moriscos, ¿acaso Berlusconi no debería hacer lo mismo con los descendientes de los hispanorromanos, o sea, nosotros? ... ¿Y qué le vamos a hacer? Ese es el camino de la Historia. No existe otro camino, salvo, claro está, el de la Revolución, el de la defensa hipócrita del indigenismo. Entiéndaseme bien: que no queremos que muera ningún indígena, pero ya sabemos cómo las gasta la Izquierda a la hora de hacer su Revolución.

7 maguila3, día

Y como es que en ningún comentario de la película en ningún medio se habla del movimiento en pos de de los derechos de los indios que culminó en la controversia de Valladolid, donde se llegó a paralizar la exploración del nuevo mundo fruto de la violación de los derechos de los nativos de aquellas tierras? Por qué nosotros, españoles, seguimos empeñados en divulgar la leyenda negra que nos denigra injustamente? Bravo por tocar el tema en esta película, aunque sea de forma lateral. No le hagamos el juego a los indigenistas populistas de latinoamérica, por favor.

8 PBL, día

Yo no iré a verla, paso de las pelis españolas mientras haya toda esa morralla viviendo del cuento. Respecto a los indígenas, si se cometieron matanzas es porque eran hijos de su tiempo. Yo no tengo la culpa ni la España actual debe disculparse de nada. Es más, que nos agradezcan su lengua y su cultura, si es que están orgullosos de eso. A la basura que les gobierna y les hace tercermundistas le eligen ellos mismos.