Recuerdo el estado de ciclotimia con el que salió un servidor del cine tras ver Hijos de los hombres, la última película del mexicano Alfonso Cuarón. Entre deprimido por su desenlace, pero histérico gracias al portentoso trabajo de narración cinematográfica y fotografía (obra de Emmanuel Lubezki, responsable del otro hito reciente en ese campo, el de El Árbol de la Vida), la película de Cuarón nos hacía desear que éste no sólo se quedase en Hollywood, sino que dirigiera al menos una película cada seis meses, lo mismo que otros tan valorados como Woody Allen. Pues bien, eso ocurrió en 2006, y no ha sido hasta ahora, siete años después, que no nos ha llegado la siguiente película del mexicano, la muy demorada Gravity.

Basada en su propio guión, en Gravity el realizador reincide en la ciencia ficción con la historia de dos náufragos espaciales que se anticipa realmente tensa y claustrofóbica. Los dos astronautas interpretados por George Clooney (en un papel destinado a Robert Downey Jr., que lo rechazó por problemas de agenda con mil producciones Marvel) y Sandra Bullock (que recogió el testigo de Natalie Portman y Angelina Jolie) quedan a la deriva en el espacio después de que una lluvia de meteoritos destroce su estación espacial, en un fragmento de cine terrorífico que es el que se puede apreciar en el teaser tráiler de abajo.

La película, que es la niña bonita de la temporada otoñal de Warner Bros, se estrena en el mes de octubre. Y tiene un aspecto alucinante.