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Desde Hitler a Stalin, el reflejo del horror que atesora la Fundación Castañé

Es uno de los archivos privados más importantes de Europa y guarda tesoros como una carta manuscrita de Stalin a su hija o el discurso de Truman.

Es uno de los archivos privados más importantes de Europa y guarda tesoros como una carta manuscrita de Stalin a su hija o el discurso de Truman.
Una de las salas de la Fundación Castañé | Laura Galdeano

Para promover los valores de la libertad y la paz es necesario examinar la historia reciente y, a poder ser, tocarla.¡Aquí esta historia se puede tocar con la mano!

Este es el lema de la Fundación Castañé, uno de los archivos privados más importantes de Europa, que durante 25 años ha estado incorporando fotografías, carteles, revistas, cartas y documentos, que dan vivo testimonio de los conflictos más duros acaecidos en los últimos siglos. Atestiguan lo sucedido en la revolución rusa, la Primera Guerra Mundial, el auge del fascismo y el nazismo, la Guerra Civil española la II Guerra Mundial o la Guerra del Golfo.

Esta semana, la Fundación Castañé ha saltado a la prensa por la donación de más de 2.700 de sus documentos a la Universidad de Harvard, después de no alcanzar un acuerdo con el Ministerio de Cultura español, dirigido en el momento de las negociaciones por Wert. Será custodiado por la Haughton Library de Boston. La Fundación no ha querido pronunciarse sobre esta operación pero deja entrever que se trata de una decisión que entra dentro de su interés divulgativo, su principal misión. De hecho, otra parte del fondo, en concreto, la referente a la situación política de antes y después de la Guerra Civil española, está cedida a la Residencia de Estudiantes de la capital.

Visitamos la Fundación (calle Fortuny 39, Madrid) de la mano de su vicepresidenta, María Jesús Escribano, y tan solo traspasar su puerta, retazos de los periodos fundamentales de la historia salen a nuestro encuentro. Cientos de fotografías firmadas de líderes de todos los tiempos -Franco, Stalin, Shimon Perez, George S.Patton, Franklin D.Roosevelt, Mikhail S.Gorbachov o Hirohito- presiden una de las salas, acompañadas por carteles propagandísticos de todas las épocas: "Más de un tractor puede conseguir su koljoz a cambio del reciclaje", de la URSS, 1930; o "Luchamos por una España íntegra, libre e independiente", del bando republicano, en 1938. Dice la vicepresidenta que se trata de "una fundación sin ideologías, abierta a la historia".

"Atropellos masivos y sinrazones"

La Fundación Castañé se ha dedicado preferentemente a los conflictos bélicos, "los errores, atropellos masivos y sinrazones". En otra de las salas de la Fundación, llamada la Gran Guerra Patria, se reparten fotografías desgarradoras, obras de fotógrafos rusos, que comparten el espacio con el español Agustí Centelles. Así ocurre con Dolor, que muestra a una madre tratando de buscar entre los cadáveres tirados en el suelo a uno de sus hijos. Dmitri Baltermants y Centelles, coetáneos, retrataron el triunfo y la desolación, la victoria y la derrota, desde una posición muy cercana a los líderes.

Igual de estremecedores se presentan los documentos reales que dan ávida cuenta del funcionamiento de los campos de concentración y los horrores que allí se cometieron. Encontramos fichas militares, fotografías de los prisioneros o propaganda nazi.

La Fundación da cobijo a las instantáneas inéditas de Heinrich Hoffmann, el fotógrafo privado de Hitler y oficial del Tercer Reinch; a los telegramas manuscritos de Franco dirigidos a Mussolini, a Hitler y al Presidente Carmona en abril del 39, para agradecerles su apoyo en la Guerra Civil; a las fotografías del General Karl F. Wolff antes de que diese información de los campos de concentración a cambio de ser bien tratado cuando finalizase el conflicto – de hecho, se guardan los dibujos originales que realizó-; y la instantánea del piloto superviviente de Operacion vengeance para matar a Yamamoto, firmada por su protagonista.

Son cientos de curiosidades como el original de Bryan de Grineau sobre el bombardeo nocturno sobre Berlín en 1943; o la fotografía de la reunión en la que se preparó el desembarco de Normandía, con la firma en su reverso de todos los asistentes, además de otros miles de archivos que con la donación a Harvard han salido de nuestro país. Temporalmente, el último documento es una imagen de Hoopkert sobre la caída de las Torres Gemelas de Nueva York.

La Rusia de los zares y la revolución soviética

Hay archivos más amables que se distancian de la guerra, como un maravilloso conjunto epistolar de 44 cartas manuscritas, con sobres con cuño real, dirigidas a Mikhail Romanov y firmadas por el zar Nicolás Romanov, la zarina Alexandra Romaniva y la Reina Madre María Feodorovna.

Todos estos documentos están a disposición de cualquiera que lo desee. La Fundación suele recibir, sobre todo, a historiadores e investigadores, pero también escritores, directores de cine, estudiantes de diseño o grafólogos.

José María Castañé, su presidente, nació en el seno de una familia acomodada barcelonesa e intelectualmente inquieta. Biznieto de Joaquín Costa, creció entre conversaciones de mayores y férreos debates políticos que le insuflaron el interés por la historia. Con el paso de los años, encontró en el coleccionismo su gran pasión,a la que ha dedicado sus últimos 25 años. El legado de la Fundación Castañé se ha conseguido en librerías antiguas, anticuarios, subastas y donaciones.

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