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Pedro Fernández Barbadillo

"Tanto Monta"… y nada más

Los niños aprendimos en el colegio que el amor entre los reyes Isabel de Castilla y Fernando de Aragón y la unión de sus reinos con esta divisa.

Los niños aprendimos en el colegio que el amor entre los reyes Isabel de Castilla y Fernando de Aragón y la unión de sus reinos con esta divisa.
Emblema de Fernando II de Aragón del palacio de la Aljafería. | Wikipedia

Los niños de cierta edad aprendimos en el colegio que el amor entre los reyes Isabel de Castilla y Fernando de Aragón y la unión de sus reinos con la divisa, Tanto Monta monta tanto Isabel como Fernando, que se traducía como la igualdad de mando y gobierno entre ambos esposos.

Pues la verdad no era ésa. La divisa se limitaba a Tanto Monta y la usaba sólo el rey Fernando V de Castilla y II de Aragón.

El primer estudioso que desmontó el tópico fue Pedro Aguado Bleye (1884-1954), catedrático de instituto, en un artículo publicado en la revista Santa Cruz (1948), de la Universidad de Valladolid.

Aguado comenzaba su artículo recordando un párrafo de la novela de Juan Valera Morsamor, publicada en 1899:

De Antonio de Nebrija, egregio maestro en Castilla de letras humanas, se cuenta que inventó la empresa del rey don Fernando el Católico, la cual era el nudo gordiano desbaratado y roto por la mano y la espada de Alejandro con un letrero que decía: Tanto monta, o sea, que es lo mismo romper que desatar.

Unos años después, monseñor Luis Marliani, obispo de Tuy, elaboró otra empresa (según la RAE, es "el símbolo o figura que alude a lo que se intenta conseguir o denota alguna prenda de la que se hace alarde, acompañada frecuentemente de una palabra o mote") para el rey de España Carlos I: el lema Plus Ultra en una cinta en torno a dos columnas.

La inspiración de Alejandro Magno

Según los relatos de la Antigüedad, Alejandro Magno, en su expedición contra Persia, invernó (333 antes de Cristo) en Gordión, ciudad en Anatolia, fundada por el rey Gordio. En la acrópolis se conservaba el carro del rey, que era un labrador señalado por un oráculo para heredar la corona. Otro oráculo había pronosticado que quien deshiciera el complicado nudo que unía el yugo a la lanzo del carro gobernaría Asia. Alejandro lo cortó de un tajo de su espada a la vez que decía: "Lo mismo da deshacer que cortar". Esa noche se produjo una tormenta de rayos, que se interpretó como la aprobación que daba Zeus al acto de Alejandro. La frase completa en castellano sería: "Tanto monta cortar como desatar". Es decir, da lo mismo.

Además, en la cubierta mudéjar de uno de los salones del Palacio de la Aljafería de Zaragoza, reformado por los Reyes Católicos, aparecen el Tanto Monta y el yugo atado a la biga. También, se ve en el lema, limitado a esas dos palabras, junto con el yugo y las flechas de la reina Isabel en los Alcázares Reales de Sevilla.

En su artículo, tan breve como documentado, Aguado conjetura que la interpretación del lema Tanto Monta como igualdad de mando entre ambos reyes nació con motivo de la Concordia de Segovia (1475), en la que Isabel, ya reina, pactó los poderes de que gozaría en Castilla Fernando, príncipe de Gerona y rey de Sicilia, así como las armas de cada monarca.

Algunos incluso trataron de interpretar el lema, el yugo y las flechas de una manera cursi: el yugo sería una un arco de ballesta que dispara flechas de amor.

Aparte de la documentación, Aguado Bleye añade otro argumento:

No eran Isabel y Fernando gentes que gustasen de pregonar, de exhibir su amor, como no lo son, en general, las mujeres ni los hombres de España.

Y dos testimonios más para concluir.

El primero, aportado por el jurista Alonso de Zuazo (1466-1539), que sirvió a los Reyes católicos en España y en Indias. El cardenal Cisneros le envió a Santo Domingo a calmar en la isla el desorden causado por los hermanos Colón, y desde allí escribió al rey Carlos I el 22 de enero de 1518:

¡Qué islas tan ricas! ¡Qué fama no ganaría Vuestra Majestad! ¡Qué historias no se escribirían de su descubrimiento e población! Éste es el verdadero modo de desatar el nudo de Gordión que el Rey Católico traía por divisa cabe sus armas; éstas son las vuestras pirámides e obeliscos.

El jerónimo fray Hernando de Sigüenza en su Historia del monasterio de El Escorial, describe los retratos en el techo de la inmensa biblioteca y al referirse al del gramático Antonio de Nebrija escribió:

Él fue quien hizo la acertada, aguda y grave empresa de las saetas, coyunda y yugo, con el alma «Tanto Monta», que fue ingeniosa alusión.

¿Y cuál era la insignia de la reina Isabel? Pues el águila de San Juan, en honor al Evangelista autor del Apocalipsis.

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