Santiago Abascal no se rinde. Lo supo el día en el que ETA asesinó al cartero de su pueblo, Estanislao, amigo de su padre y fijo de tertulia a la puerta del negocio familiar. Sus abuelos, sus padres y luego él, fueron incapaces de volver la espalda, de callar o de recurrir al allá él frente al terrorismo. El político de VOX responde a las preguntas de Libertad Digital.
¿No es un poco pronto para una biografía?
Sin ninguna duda lo que es cierto es que mis memorias tempranas pueden calificarse como muy intensas por lo que ha sucedido en el País Vasco en los últimos tiempos. He tratado de pintar cuál ha sido la historia reciente del País Vasco y de España con la excusa de mis propios recuerdos familiares y personales pero en realidad haciendo protagonistas a centenares de personas que pasan por las páginas del libro.
¿Existe una imagen donde empieza ese Santiago Abascal que hoy conocemos?
Yo empiezo contando en el libro cuál es mi vivencia inicial como niño de nueve años que ve como un amigo de su padre, incluso un amigo mío, un hombre al que yo veía todos los días delante del comercio de mi padre, el cartero de Amurrio, Estanislao Galíndez Llano, fue asesinado por la banda terrorista ETA. Aquello me marcó sin ninguna duda y siempre tuve muy presente lo que estaba ocurriendo en mi tierra porque mi familia nunca me lo ocultó. Muy pronto mis padres y mis abuelos me hicieron conocedor de lo que estábamos viviendo. Nunca se me ocultaron las amenazas, la situación…, como yo nunca lo he hecho con mis hijos. Nunca me han transmitido el miedo, no he recibido eso en herencia, y tampoco se lo dejaré a mis hijos en herencia.
Amurrio y tu niñez y juventud rodeado de violencia... Con nosotros lo han intentado todo, matarnos a los miembros de tres generaciones de la familia, nos han amenazado de manera sistemática con pintadas en las paredes de nuestra localidad, nos han quemado el negocio han agredido a nuestros familiares, nos han amenazado telefónicamente… Lo han intentado todo pero no han conseguido nada. Lo único que han conseguido ha sido que hoy podamos tener la cabeza alta y sentirnos orgullosos de lo que hemos hecho.
¿Te hubiera gustado vivir otra vida?
Pues no, la verdad es que me siento muy afortunado por haber vivido estos tiempos y porque se nos hayan sometido a pruebas y por haberlas resistido. Si diera marcha atrás no cambiaría nada excepto las personas que han muerto por el camino, que han sido asesinadas. Pero creo que nos ha permitido medirnos a nosotros mismos, nos ha permitido vivir y demostrar lo mejor en unos tiempos un poco grises un poco oscuros.
¿Qué dirías a las personas que dan por amortizada a la banda terrorista ETA y se esfuerzan porque así lo vea la opinión pública?
Yo creo que el terrorismo de ETA ha conformado la forma de ser de los vascos. Hoy el pueblo vasco es un pueblo atemorizado, es un pueblo que ni siquiera se atreve a reconocer que tiene miedo; hay miedo a decir que se tiene miedo. Es una sociedad que en gran medida está entre los extremos del miedo, el pasotismo y el fanatismo. Hay unas pequeñas minorías que aún se resisten y que están dispuestas a defender valores superiores de igualdad, de libertad y de unidad y a hacerlo cueste lo que cueste y pese lo que pese.
Hemos aceptado convivir con la amenaza y que conciudadanos nuestros ejerzan su derecho al voto en circunstancias coercitivas.
Sin ninguna duda hemos vivido estos últimos años por muchas razones, pero especialmente por lo que ha pasado en el País Vasco, un déficit democrático y no sólo por el miedo a expresarse en libertad, no sólo por el miedo de ir a las urnas, sino por el miedo a salir elegido porque para algunas fuerzas políticas ha sido muy difícil elegir candidatos en igualdad de condiciones. El separatismo del nacionalismo, supuestamente moderado, se ha aprovechado y ha actuado con ventajismo y por eso ha ostentado el poder de una manera omnipotente en la tierra vasca en los últimos 30 años.
¿Por qué no te rindes?
El título es una mirada al pasado a lo que hemos hecho, es evidente que algunos no nos hemos rendido. Pero también es una mirada al futuro, es una declaración de intenciones, algunos no estamos dispuestos a rendirnos de ninguna manera. Fuimos muy conscientes de lo que estaba en juego entonces, que era la unidad nacional, y hoy sigue estando en juego de distintas maneras. Queremos decir que no vamos a permitir que el futuro de España, la herencia colectiva que hemos recibido y el patrimonio de nuestros hijos sea tirado por la borda, nos sea robado. No vamos a permitirlo ni por las armas ni por las urnas, es decir ni por las armas de los terroristas ni por las urnas ilegítimas de Artur Mas.
Los presentadores del libro, José Antonio Ortega Lara y María San Gil.
Yo procuro hacerme rodear siempre de personas que valgan más que yo...
Dos palabras sobre ellos.
Una persona como José Antonio Ortega Lara que ya no tiene nada que demostrar, que debería ser una persona homenajeada y esculpida en España esté todavía al pie del cañón y atreviéndose a hacer un servicio público, yo creo que le coloca en un lugar de honor como uno de los grandes patriotas que hay en España .
María San Gil es la valentía personificada, es aquella compañera, junto a la que he estado tanto tiempo en el País Vasco, a la que respeto y quiero como a nadie en la política española.