El colaborador de esRadio, Luis Alberto de Cuenca, habló con Libertad Digital tras conocerse el fallecimiento de Ana María Matute. La escritora "representa una literatura extraordinariamente fresca, directa, divertida, nada pedante, sencilla y a la vez elegante", dijo. "Y sobre todo los escritos de una niña grande que creció en todo menos en su alma, que perteneció siempre a su infancia. Yo creo que si hay alguien que representa eso de que nuestra única patria es la infancia es Ana María Matute".
Luis Alberto de Cuenca coincidió en muchas ocasiones con la genial escritora y tuvo ocasión de "charlar bastante de la vida y de la literatura". "Me ha parecido una persona entrañable, siempre afectuosa, contando incluso historias íntimas de una manera encantadora; o sea, que no tengo más que buenas palabras para Ana María Matute, una gran dama de la literatura española que se nos ha ido precisamente el mismo año que se fue la otra gran dama de la literatura española de su edad, o un poquito mayor, que era Mercedes Salisachs".
Luis Alberto de Cuenca señala que "sufrió mucho en su vida y, sin embargo, era muy divertida, siempre estaba alegre y contenta y risueña y le gustaba mucho vivir. Era una mujer que vivió muy intensamente y además que escribió hasta el final, no dejó de escribir hasta el último día de su vida".
El filólogo, poeta, traductor y ensayista manifiesta que Matute "era una niña y había que obligarla a escribir porque si no se limitaba a vivir y lo mejor que hacía aparte de vivir, y además con mucha intensidad, era escribir".
Su libro favorito, Olvidado rey Gudú. "Me divierte mucho porque yo soy muy amante de la fantasía", aunque advierte que para "entrar en la atmósfera del libro", es necesario "aceptar que lo que no existe puede existir".