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Entrevista con Stephen King

Stephen King: "He elegido creer en Dios"

La revista americana 'Rolling Stone' acaba de publicar una entrevista exclusiva con el escritor Stephen King. La primera en quince años.

Es la primera entrevista para la prensa que concede Stephen King (Portland, 1947) desde que le arrolló un coche mientras caminaba por el arcén de una carretera, hace 15 años. Las secuelas de aquel grave atropello fueron largas pero aceptables, con esa resignación que te aferra a que aquél podría haber sido tu último atardecer. Tus últimos pasos sobre el polvo del camino.

En esta completa entrevista, firmada por Andy Greene (que incluye un capítulo inédito de la nueva novela) King repasa su vida y su carrera. Confiesa que la primera película que vio "fue de terror. Bambi". "Cuando el pequeño ciervo se ve atrapado en un incendio, yo estaba aterrorizado, pero también lleno de júbilo".

Recibe al periodista en su oficia, a las afueras de la ciudad de Bangor en el Estado de Maine, en el noreste de EEUU. "La pequeña caja fuerte personal" donde le espera el escritor, comiéndose un rosquilla de azúcar, está camuflada contra admiradores, en una calle lúgubre y sin salida junto a una tienda de armas… Y a un cementerio. La ofician es un templo decorado con obras de arte inspiradas en los personajes de sus novelas.

Revival, su nueva novela, sale a la venta el 11 de noviembre y se anuncia como su vuelta al terror por todo lo alto. La expectación es máxima. Es recurrente la idea de que la infancia es la patria del escritor y con King vuelve a cuadrar. La idea de Revival la tuvo "ya de pequeño", leyendo el genial y proscrito relato de terror cósmico de Arthur Manchen El Gran Dios Pan y el gótico Frankenstein de Mary Shelley. Revival narra el reencuentro, después de 50 años, de dos hombres, un reverendo metodista (religión familiar del propio autor) obsesionado con los poderes curativos de la electricidad y un rockero enganchado a las drogas tras un accidente.

El libro profundiza en la religión, luces y sombras. El escritor cree que "la religión organizada es una herramienta muy peligrosa", pero él ha elegido creer en Dios, ya que le hace mejor. King estuvo enganchado al alcohol y a la cocaína casi una década y hoy ruega: "Dios, no puedo hacer esto por mi cuenta. Ayúdame a no tomar una copa en la actualidad. Ayúdame a no tomar drogas". Stephen King nunca ha ocultado la carga autobiográfica de sus obras, en esta ocasión es manifiesta. Su vida de adicto es todo un misterio de fortaleza. Era capaz de "levantarse, hacer el desayuno a los niños y llevarlos a la escuela". Y seguir produciendo.

Tras una vida de duda, afirma rotundamente que cree que "el mal forma parte de nosotros". "Cuando encuentras a alguien como, digamos, Ted Bundy, que torturó y mató a todas esas mujeres y, en ocasiones tuvo relaciones sexuales con los cadáveres, no creo que es porque su madre le puso una pinza de ropa en su polla cuando tenía cuatro años. El mal está dentro de nosotros". El tamaño del demonio por tanto sí importa. "Cuanto mayor me hago, menos me creo que haya algún tipo de influencia diabólica exterior; se trata de la gente. Y a menos que seamos capaces de hacer frente a este problema, tarde o temprano, vamos matamos a nosotros mismos. Lo ves ahora con el ISIS. (el autodenominado Estado Islámico).

Sus hábitos pasan por caminar todos los días más de diez kilómetros y escribir, "incluso los fines de semana". En un clic asegura que conecta con el relato donde lo había dejado. Escribe medio año seguido y luego para entre diez y doce días "para dejar que todo se asiente". Entonces toca la guitarra, ve la televisión y sueña… Pesadillas. "Si no va en la página, tiene que ir a alguna parte". Sueños que siempre reflejan algún tipo de vergüenza o inseguridad. "el miedo al fracaso, miedo a quedarse corto". Sorprende esta confesión del escritor de mayor éxito de todos los tiempos.

Stephen King ha vendido unos 350 millones de libros. Es el autor vivo que más factura. La pregunta del dinero era inevitable. "ni siquiera pienso en el dinero". Tengo dos cosas asombrosas en mi vida: estoy libre de dolor y estoy libre de deudas". Su vida parece sencilla, "me gusta tener dinero para comprar libros, música e ir al cine. Para mí, la cosa más grande en el mundo es la descarga de programas de televisión en iTunes, porque no hay publicidad". Es el lujo que se da. Recuerda una caricatura que le hicieron de joven comiendo dinero "me duele incluso hoy".

Stephen King firmando libros en 2012

El periodista también le pregunta sobre el elitismo literario con el que se han enseñoreado compañeros y críticos frente a él. La cruz de ser un superventas. "Toman su ignorancia sobre la cultura popular como una insignia de la destreza intelectual". Algo que no sucede obviamente con el cine. Stephen King pone el ejemplo de la película Tiburón. A pesar de que "me encanta D. H. Lawrence y la poesía de James Dickey, Émile Zola, Steinbeck. Fitzgerald, no tanto. Hemingway, en absoluto. Hemingway es una mierda", en ese estilo cree que habría hecho una literatura "hueca y sin vida". Sin embargo "sin ser vanidoso" cree que ha "elevado el género de terror. Es más respetado ahora". King reflexiona sobre que cuando un escritor "hace un trabajo maravilloso", las líneas del género se desdibujan. "Raymond Chandler elevó el género policial".

Sus borrones en los jardines de la duerme vela mental, The Tommyknockers "es un libro horrible" y Dreamcatcher "no me gusta mucho". Su novela favorita La historia de Lisey, "sobre el mundo secreto que las personas construyen dentro de un matrimonio, sobre las cosas que no sabemos el uno del otro".

De la adaptación de sus novelas al cine, "lo veo como un medio menor que la ficción, que la literatura, y más efímero". Su favorita Cuenta conmigo de Rob Reiner, "me conmovió hasta las lágrimas".

El escritor no para, "la incertidumbre es buena, dice, "la certeza alimenta la complacencia y la complacencia significa que acabas sentando en tu pequeña, bonita y cómoda casa suburbana en Michigan mirando a la CNN". Entre sus muchos proyectos escribe una serie de televisión, porque le dio "envidia" de R.R. Martin, creador de Juego de Tronos. Está puliendo su próxima novela negra, una secuela de Mr. Mercedes, que también ha publicado este año; más libros y hasta un musical que escribió con John Mellencamp, Ghost Brothers of Darkland County.

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