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El diario del un poco pervertido Jonathan Ames

Principal de los Libros publica el libro de relatos de Jonathan Ames, monologuista, columnista, escritor y hasta boxeador.

Principal de los Libros publica el libro de relatos de Jonathan Ames, monologuista, columnista, escritor y hasta boxeador.

Descubrí a Jonathan Ames en la ficción de HBO Bored to death, una de esas series canceladas que acaban convirtiéndose en objeto de culto de unos cuantos locos (y de la que hace tiempo escribí esto). La serie seguía los pasos de un escritor en horas bajas que se metía a detective privado por puro aburrimiento, convencido de que la lectura de Raymond Chandler era suficiente para moverse en los bajos fondos neoyorquinos. El trabajo literario de Ames, además de sus artículos en el New York Post, se me escapaban completamente, como también algunos imposibles episodios de su vida bohemia de judío pobre en Brooklyn. Con el paso de los capítulos y las temporadas, el insoportable narcisismo de su protagonista (o quizá sus delicadas chaquetas de pana) empezaron a calar en un servidor.

En la serie, el detective escritor (o escritor detective) no era precisamente Jessica Fletcher. Ni siquiera Castle. El papel que interpretaba Jason Schwartzman era un torpe e inútil individuo trasunto del propio Ames (que se llamasen igual debía ser indicativo de algo) pero sin su formidable vida sexual, y me temo que también algo menos alcohólico. Esto, por cierto, lo descubrí en sus libros. El germen de la serie era una historia corta protagonizada por el propio Ames que es la piedra angular del volumen que por fin se ha publicado en España gracias a Principal de los Libros, una editorial felizmente decidida a recuperar el trabajo literario del neoyorquino, tras la publicación en España de la espléndida ¡Despierte, Señor! y El acompañante. Si en la serie teníamos que conformarnos con un humillante desnudo pornográfico concebido a modo de cameo, en el presente volumen tenemos aventuras sexuales de Ames para dar y tomar.

El libro Bored to death es de rápida y fácil lectura, y sin duda es la introducción perfecta al universo de su autor. Está dividido en varias partes, la primera el relato policiaco-cómico que dio título a la serie, la segunda a artículos para publicaciones como GQ o Esquire (no se pierdan aquel en el que se "infiltra" en un concierto gótico) y la tercera a diversos ensayos personales, la mayoría de ellos sobre las aventuras sexuales del autor con sus particulares groupies. También incluye a modo de extra una serie de anécdotas e incluso un cómic concebido y cómo no, protagonizado por Ames, y que pese a ser sólo unas pocas páginas no viene mal ahora que su principal aventura en este arte, El alcohólico, está descatalogada en nuestro país.

Todos ellos, incluso Bored to death (cuyo desenlace es inesperadamente crudo) nos muestra la personalidad de su autor, al fin y al cabo el centro de todas las historias. Ames es un poco pervertido, incuestionablemente alcohólico, vagamente depresivo y sorprendentemente duro, pero la sencillez que desprenden sus historias lo hacen aptas para todos. También por su temperamento tremendamente tierno y dulce, sin ningún tipo de mala intención, además de cotidiano: el tipo está obsesionado con su calvicie. Ames es un buen observador, un cronista de la Nueva York intelectual sin demasiadas pretensiones, y en definitiva un Woody Allen más pirado y mucho más canalla. Atención a las hazañas locas que narra en sus relatos autobiográficos, como un combate de boxeo entre escritores (bajo el nombre "el maravilloso arenque"), sus proezas sexuales (centradas en el sexo oral, la piedra angular de sus aventuras de cama) o la tristeza que se desprende incluso de sus episodios más divertidos. También inesperadamente interesante en sus coqueteos con el pulp y hard boiled, visible en "Bored to death" pero sobre todo en "Un paseo a casa", una de las mejores historias del libro. El ensimismamiento de Ames viene fenomenal para aquellos relatos donde el autor sale de su normalidad cotidiana para meterse en casos que le superan, y que de hecho no acaban demasiado bien. Es el perfecto dispositivo para la comedia y la tragedia, y por eso sólo puedo esperar que Ames nos obsequie con más libros y series.

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