Menú

Remedios contra la desidia de una 'enfermera saturada'

Esta bloguera se ríe de los males propios y ajenos, con ironía y guasa, en su primer libro, un compendio de anécdotas sanitarias.

Esta bloguera se ríe de los males propios y ajenos, con ironía y guasa, en su primer libro, un compendio de anécdotas sanitarias.
Una enfermera. | Cordon Press

Entre jeringuillas, sondas, cuñas y termómetros pasa sus días Satu, nombre ficticio de esta "enfermera saturada" gallega, treinteañera, que ha revolucionado la red con su blog. En él, presenta con humor su visión del mundo sanitario desde la perspectiva de quien porta la aguja y no desde quien sufre el pinchazo y las largas esperas, un compendio de divertidas anécdotas, en las que no solo el personal del gremio se sentirá identificado.

No tiene claro si una enfermera que pincha en el turno de noche es una DJ; está convencida de que la persona que inventa el tamaño de las pastillas no es buena y cree que hablar de úlceras en el desayuno pasa factura a la fuerza. Tras conquistar las redes sociales y convertirse en "un fenómeno más adictivo que el lorazepam" -con más de 47.000 seguidores en Twitter, 45.000 en Facebook y otros miles en Instagram- ha dado el salto al papel con La vida es suero, un libro ágil, divertido, de los que te hacen breve la espera del bus.

La vida es suero (que va por la sexta edición) es descarado e irónico ante todo. Repasa el día a día de un hospital cualquiera y bromea con el momento en el que los enfermos irrumpen en el "pequeño reino" (la sala de enfermeras) para informar de una "burbuja mortal en el suero" y sobre cómo el esparadrapo se divide entre los que no pegan y los que no se despegan. No deja, sin embargo, de ser crítico con el sector sanitario, en el que "hay muchísimo que arreglar" y en el que, como en otras profesiones, "la persona que llama de la bolsa de empleo es el mayor mito que jamás haya existido".

La afición literaria de Satu le lleva a hacer malabares entre el tensiómetro y la libreta, que lleva siempre consigo para aprovechar los momentos de inspiración. "Desde luego, en el bolsillo de arriba del pijama, donde los celadores llevan siempre la cartera y los pacientes más presumidos el peine. Voy ya por la segunda libretita, que la sanidad da para mucho!", cuenta Satu a Libertad Digital. No nos desvela su nombre real, dice que aún no ha encontrado el momento adecuado para usarlo: "Creo que en breve dejaré el anonimato a pesar de lo que pueda venir en ese sentido" (un encontronazo con un superior, por ejemplo).

Satu ha sabido sacar el lado divertido de las clínicas. "Hace años que lo aprendí de mis compañeras, busca tu equilibrio, tu forma de desconectar de los momentos duros del hospital o estás perdida", explica. Y, ¿por qué son sexy las enfermeras? Bromea con ello: "Debe ser cosa de la anestesia y los calmantes jajaja porque te aseguro que el uniforme de enfermera es de todo menos sexy".

Reconoce que trabaja gracias "al mal ajeno: las bajas": "Llevo algo más de 10 años en la bolsa de empleo... ¡¡Tengo tantas copias de contratos que en primavera todavía hay nieve en lo alto del montón!! Lo que más pena me da es todas las veces que me han robado la ilusión y las ganas desde que era estudiante. Sales de la universidad motivada y dispuesta a comerte la sanidad, y lo que te comes son las uñas buscando trabajo".

La publicación de su primer libro, como es de esperar, no ha sido fácil. "La mayor parte de las veces cuando envías una propuesta editorial, al menos en mi caso, simplemente no te contestan. Y eso te deja en una incertidumbre mala de llevar, porque no sabes si es que no lo han leído, si no les gusta o si simplemente pasan de ti". Sus seguidores la animaron a insistir. Con ellos, comparte experiencias: "Es una cosa que me encanta además porque en el fondo ves que los problemas y las anécdotas son las mismas en Valencia que en La Coruña o Cádiz".

Satu, bromas aparte, tiene una cosa clara por encima del resto: "Esta es una de las profesiones más bonitas del mundo, pero también de las más duras. Para sobrevivir debes buscar tu equilibrio, yo lo hago con el humor. Hoy volvería a estudiar enfermería a pesar de todo".

Temas

En Cultura

    0
    comentarios