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Zenobia, la luz de Juan Ramón Jiménez

La Fundación José Manuel Lara publica el Diario de juventud de Zenobia Camprubí, esposa del poeta que incluso dio clases en el Pentágono de EEUU.

La Fundación José Manuel Lara publica el Diario de juventud de Zenobia Camprubí, esposa del poeta que incluso dio clases en el Pentágono de EEUU.
El matrimonio en la Universidad de Puerto Rico | Cordon Press

Se espera que esta obra zanje "una injusticia histórica", dicen desde la Fundación José Manuel Lara. El Diario de juventud de Zenobia Camprubí (1887-1956) recoge el día a día de la joven escritora antes de conocer al premio Nobel de literatura. Zenobia fue mucho más que su secretaria y su enfermera. Fue una mujer muy culta y de éxito.

"Hay que recordar lo injusta que ha sido la Historia con Zenobia, una mujer que ha luchado tanto por los derechos de otras mujeres. Ella fue una pionera, maltratada por la Historia, que únicamente la ve como la sombra de Juan Ramón Jiménez cuando en realidad era su luz", ha explicado Carmen Hernández-Pinzón, representante de los herederos del autor de Platero y yo.

Portada del libro

Estos diarios, con la edición de Emilia Cortés y la colaboración para su publicación del Centro de Estudios Andaluces, muestra "una etapa desconocida" de Camprubí desde el año 1905 hasta el 1911, incluyendo artículos, relatos o trabajos de clase, entre otros documentos.

"Ha sido una locura ordenar los textos, algunos estaban sin fechar, en especial las cartas", ha recordado Cortés, aclarando que el método elegido finalmente para ordenar todos los documentos se ha guiado por los contenidos, más que por la fecha.

Para Cortés, estos textos son "muy premonitorios" de la figura que posteriormente será Zenobia, ocultada en ocasiones por la fama de su marido. "Mucha gente cree, por ejemplo, que ella despertó en el mundo de la literatura con Juan Ramón, cuando aquí se puede apreciar que tenía un nivel de lecturas alucinante antes de conocerle", ha apuntado.

Pionera en el carnet de conducir

En este caso, Hernández-Pinzón matiza esta aseveración, rescatando una frase de la joven esposa. Ella dijo que Juan Ramón fue el que la enseñó a diferenciar entre lo bueno y lo malo, además de que la incluyó en la intelectualidad de la conocida como Edad de Plata de las letras españolas.

Camprubí, la mayor de cuatro hermanos, estudió en Estados Unidos una década larga. Dio clases en universidades como la de Maryland o en el Pentágono, a militares americanos, además de tener una faceta como decoradora que le llevó a trabajar en los paradores de Gredos y en la Casa de España de la Universidad de Columbia. Además fue una de las primeras mujeres en obtener el carnet de conducir en España.

"Muchas críticas apuntan a que Zenobia estaba sometida, era su enfermera... ¿pero qué esposa no habría hecho lo mismo por su marido si estuviera enfermo? Me da mucha rabia que se digan estas cosas", ha defendido Cortés. Según esta estudiosa de la mujer del premio Nobel, los diarios muestran a una joven "muy autoexigente, disciplinada y con fuerza de voluntad".

Ayuda para el Nobel

En la misma línea, Hernández-Pinzón ha defendido que Camprubí "no fue sumisa". "No era la sombra de Juan Ramón, irradiaba luz y tenía una personalidad arrolladora sin la que el escritor no habría conseguido todo lo que logró, entre otras cosas, el Premio Nobel de literatura, que a él no le interesaba", ha añadido.

En cualquier caso, Camprubí sí fue consciente del genio literario del escritor de Moguer y, por ello, dedicó su vida a facilitarle su labor. "Ella quería ser su alma y que él caminara por el camino correcto. Supo que su obra no valía nada al lado de la de Juan Ramón y renunció para hacer del trabajo del poeta su amor y su vocación", ha concluido.

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