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Autores españoles reviven la mítica velada de Villa Diodati en su 200 aniversario

Los responsables de Diodati se mueve proponen "un fin de semana mágico con escritores reales y monstruos" en el Valle de Iruelas, Ávila.

Los responsables de Diodati se mueve proponen  "un fin de semana mágico con escritores reales y monstruos" en el Valle de Iruelas, Ávila.
Villa Diodati | Cordon Press / The Granger Collection

En una noche de verano de 1816, en una mansión de la localidad suiza de Cologny, muy cerca del lago Lemán, nació el monstruo de Frankenstein. Obviamente, hablamos de forma metafórica. Surgió la chispa en la mente de Mary Shelley tras una mítica reunión de poetas románticos en Villa Diodati, en la que Lord Byron, Percy Shelley o John Polidori pasaron el rato contando historias de terror.

Justo cuando se cumplen dos siglos de aquella velada, un grupo de autores españoles revivirán en el Valle de Iruelas, en el antiguo pueblo resinero de Las Cruceras, ante el embalse del Burguillo, un encuentro que aúna literatura, naturaleza y gastronomía bajo el nombre de Diodati se mueve y en el que están invitados todos aquellos "dispuestos a vivir una experiencia distinta". "Es para gente interesada en un turismo algo especial fuera de los planteamientos convencionales, que busquen disfrutar de un entorno único con un valor añadido: la literatura", explica el escritor Fernando Marías, uno de los impulsores de este idea.

Prometen a los interesados vivir "un fin de semana mágico con escritores reales y monstruos también reales". Los autores Fernando Marías, Espido Freire, Raquel Lanseros, Lorenzo Luengo y María Zaragoza ejercerán de anfitriones durante el fin de semana del 24 al 26 de junio. Todos son parte de la compañía Hijos de Mary Shelley, un club de poetas, músicos, cineastas y artistas del mundo del teatro a los que les une la fascinación por las historias fantásticas y de terror.

La idea de Diodati se mueve es buscar nuevas formulas que "permitan sobrevivir a la literatura". "Es imprescindible que vaya un público al que le gusten las experiencias nuevas, con interés en la cultura, no imprescindiblemente en la literatura, y que quieran disfrutar de esa experiencia en la naturaleza. Son casas rurales y un entorno excepcional. Cualquiera que levante los ojos al cielo verá sobrevolar buitres negros", dice Marías, Premio Primavera 2010 por Todo el amor y casi toda la muerte.

Por supuesto, también permite conocer "la aventura de esos escritores". "Aquella reunión ha pasado a la historia de la literatura. Aquellos poetas, cuando pasaban esos días frente al lago, no eran conscientes de que estaban generando un momento histórico", dice Marías. El escritor vasco ve en esa velada "una metáfora de lo debe ser y hacer un escritor": "En aquella reunión, aquellos escritores no pudieron disfrutar del lago porque hacía muchísimo frío. Mataron el tiempo contándose historias de terror. En tiempos oscuros y complicados como los que ahora mismo estamos viviendo, los escritores deben reunirse para escribir, para contar historias y hacer su trabajo, sino las sociedades no son concebibles. Esa es la enseñanza que saco. Ante el mal tiempo exterior, el escritor debe sentarse a escribir y debe buscar dentro de sí para encontrar historias frente al público".

"Vivimos por un mundo que pasa por momentos oscuros, difíciles y de complicada solución", continúa el novelista. "Ese mundo puede aplicarse aún más al mundo de los libros. El mercado editorial está en el peor momento de su historia, o más bien, va hacia a un cambio, los viejos tiempos han muerto y los nuevos están naciendo. No se sabe muy bien hacia donde va a llevar eso. La literatura como se entendía, ya no solo hace cincuenta años, sino hace seis, ya no es concebible igual. Estamos a la expectativa de ver qué pasa por un lado y luchando contra el desánimo con iniciativas como ésta".

Los interesados, pueden obtener más información en este enlace.

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