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Lo nuevo de Paula Hawkins, poco que ver con 'La chica del tren'

La autora bestseller regresa con un nuevo thriller psicológico, "una historia más compleja" que se resume en: "No confíes en nada, ni siquiera en ti".

Tras dos años de exitosa resaca, Paula Hawkins vuelve con un nuevo thriller psicológico, Escrito en el agua (Planeta), un libro "con una historia más compleja" que puede resumirse en una frase: "No confíes en nada, ni siquiera en ti", según describió la propia escritora, que estos días se encuentra de promoción en España.

"Confiamos desesperadamente en nuestra memoria, en nuestros recuerdos, que no tienen por qué ceñirse a la realidad. De eso habla el libro. De las historias que nos contamos para formar nuestra identidad. No digo que sean mentiras, sino recuerdos erróneos", aseguró. "Todos nos engañamos, unos más que otros, pero es un mecanismo de defensa para lidiar con un trauma o mirar hacia adelante", añadió Hawkins.

La autora británica repite la misma receta que le llevó a permanecer más de 85 semanas en las listas de bestsellers y vender más de 20 millones de ejemplares de La chica del tren. Vuelve a apostar por capítulos cortos, narrados en primera persona por algunos personajes y en tercera por otros. Pero como esto es alquimia y no una ciencia exacta, el resultado no es el mismo. Mientras que en su primer gran éxito eran básicamente tres las protagonistas que llevaban el peso de la trama, dando vivacidad y agilidad a las páginas, en esta ocasión son una decena de ellos –sí, decena–, lo que puede resultar abrumador para el lector. Eso sí, para ayudarle en ese laberinto de personajes, cada uno de ellos encadena y complementa el mismo relato –a veces se cuenta la misma situación desde distintas perspectivas–.

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Paula Hawkins | Cortesía de Kate Neil

"Hay un gran elenco de personajes, un coro de voces. Hay una interacción entre todos. La acción de unos siempre tienen repercusión en los otros", explica Hawkins. "La primera persona es mucho más directa y da mayor acceso a lo que piensan y sienten los personajes. Pero este es un thriller y necesitaba mantener ocultas ciertas cosas, que ciertos personajes fueran más opacos y por eso algunos utilizan la tercera persona". Una decisión, que admite, fue tomando a medida que iba escribiendo.

La propia autora reconoce que el listón está demasiado alto: "La chica del tren fue un fenómeno que yo ni nadie esperaba y que será difícil que pueda repetir. Creo que es una cosa que solo pasa una vez en la vida". "He tratado de escribir un libro ambicioso y sé que hay críticas, y son tristes, pero he sido fiel a mi deseo de escribir la historia que quería sin ceder a la presión. Sino, hubiera escrito La chica del tren 2", apuntó.

Hawkins toca temas mediáticamente delicados y lo hace, y se agradece, sin paños calientes. Habla de instintos suicidas, tomando como anzuelo la Poza de las Ahogadas, una de esas "catedrales de la desesperación" en la que van a parar mujeres que no quieren seguir viviendo. Es un paraje de un pequeño pueblo del norte de Inglaterra llamado Beckford.

Nel Abbott, madre soltera, fotoperiodista y obsesionada con las historias de suicidios, es encontrada muerta en esta poza. La policía asegura que se suicidó. Es la segunda mujer hallada en una situación similar en el mismo año. Y no son las primeras: la Poza de las Ahogadas tiene un largo historial de siglos atrás. Se encarga del caso el inspector Sean Townsend, que no cree que Nel se haya tirado al vacío. Tampoco lo cree la hermana de la fallecida, Jules, que debe hacerse cargo de su sobrina Lena, una conflictiva chica de quince años que rechaza a su tía y que parece conocer secretos incómodos de algunos miembros de esa pequeña comunidad.

"Quería escribir sobre un personaje que tuviese fijación desde la infancia por un lugar. En este caso es la Poza de las Ahogadas, que no es real, pero que es similar a los lugares que han generado estas oscuras energías, su propia historia, y que sí existen. Al principio, Nel quería buscar su propia interpretación de lo que allí ocurrió, pero con el paso de la trama, empieza a querer conocer la verdad".

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Escrito en el agua ahonda en el sentimiento de culpa, los remordimientos y el duelo. A pesar de que se lee sin esa apasionante ansiedad que te impide cerrar el libro que provocaba La chica del tren, esta nueva novela tiene mayor complejidad y capas más profundas de lectura. Hawkins vuelve a dar una visión aguda de las relaciones sociales y de la visión engañosa de la realidad que provocan las emociones y la memoria, también toca la vulnerabilidad de algunas mujeres y constata su habilidad para mostrar de forma sutil el lado oscuro de las personas y los límites que son capaces de atravesar en circunstancias delicadas.

Hawkins comenzó su aventura literaria escribiendo novela romántica bajo seudónimo, libros que fracasaron pero que son la semilla de lo que es hoy. "Cuando escribía novela romántica me di cuenta de que deseaba que le pasasen cosas malas a esos personajes, no quería finales felices sino acciones oscuras, ver cómo reaccionarían ante situaciones extremas".

La reina del thriller psicológico como la vienen a llamar, ha vuelto a colocar su libro directamente en el número 1 de las listas en Estados Unidos, Inglaterra y Portugal. Ya se han vendido los derechos al cine de Escrito en el agua. "Hay aspectos en esta novela muy cinematográficos, pero será más difícil de adaptar por la complejidad de la historia y la cantidad de personajes. Pero ese será trabajo de los guionistas", consideró.

Paula Hawkins. Escrito en el agua. Planeta, 2017. ISBN: 9788408172178. 560 págs. 20 euros.

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