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Javier Sierra, premio Planeta 2017

Finalista, Cristina López Barrio. Menos periodistas catalanes que de costumbre, dolidos tras el cambio de sede.

Finalista, Cristina López Barrio. Menos periodistas catalanes que de costumbre, dolidos tras el cambio de sede.
Javier Sierra recoge el Premio Planeta 2017 | EFE

El Grupo Planeta anunció oficialmente, cuando agonizaba el domingo, que el ganador de su pomposo galardón literario era Javier Sierra, por El fuego invisible, y la finalista, Cristina López Barrio, por Niebla en Tánger; extraoficialmente, los periodistas supimos la información a eso de las siete de la tarde. La ficción construida durante la cena, vieiras y rodaballos mediantes, bien pudiera digerirse como una especie de reyes magos periodísticos, elitistas y bienintencionados.

A la cena han asistido la presidenta del Congreso, Ana Pastor; el delegado del Gobierno, Enric Millo, o el consejero de Empresa, Santi Vila, amén de los líderes de los principales partidos constitucionalistas regionales: Inés Arrimadas (Cs), Xavier García Albiol (PP) y Miquel Iceta (PSC). Además, la guapa gente, no siempre de derechas (Umbral), de siempre: Pilar Rahola, Marta Robles -quien cuenta a LD que está escribiendo una nueva novela-, Risto Mejide, Boris Izaguirre, periodistas con toyboys y toygirls, etcétera, etcétera. Alfredo Álamo, de Lecturalia, me cuenta que han venido menos periodistas catalanes que nunca, por eso de que están dolidos tras el cambio de sede de Planeta.

En rueda de prensa, López Barrio dijo sobre su obra que su novela "es un viaje". La protagonista va a Tánger en busca de un amante: "Es una novela circular, una novela en la que se cierra una novela dentro de una novela, (...) es, en realidad, un viaje al fondo de sí misma". Por su parte, Sierra dijo que El fuego invisible cuenta que "el origen de toda literatura se ancla muy atrás en la noche de los tiempos, cuando el Homo sapiens se reunía en torno al fuego y contaba historias".

Sobre la tensión política Cataluña/España, el autor dijo: "En el momento en que los creadores de esta tensión haga crítica literaria, yo criticaré..." y no se escuchó más, porque los asistentes aplaudieron. Tras referirse a la cubana bailarina Alicia Alonso, regateó la respuesta envuelto en un ruido palmero, como poco, sospechoso.

El miembro del jurado Juan Eslava-Galán definió la novela de Sierra como "sinfónica" y "poliédrica": "Es una autentica sinfonía maravillosa. Hay una acción trepidante. No te deja nunca indiferente ni te aburre nunca". "Ha sido una novela redonda. El tipo de novela que a todos nos gusta leer y nos gusta escribir".

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